El cantante de 24 años, Hassan Emilio Kabande Laija (Peso Pluma), se ha convertido en uno de los artistas más populares en la actualidad, destacándose en el género de corridos tumbados.
La preferencia por la música del famoso se ha intensificado a nivel global, hasta llegar a ser el más popular de los últimos tiempos. Su talento y el contenido de sus letras, han llegado hasta los oídos del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama.
A través de la cuenta oficial de Instagram del exmandatario, compartió el pasado jueves 20 de julio, con sus seguidores, un listado de sus canciones preferidas, temas musicales que más ha escuchado durante el verano.
Obama y su preferencia por la música hispana
Sin embargo, para sorpresa de muchos, el mexicano aparece dentro de su selección, que incluye la melodía denominada, «La Bebé (Remix)», canción en la que colabora con el reggaetonero, Yng Lvcas y la misma que, fue lanzada este año.
En el post se observan las canciones que han formado parte de su “play list”, y, además, destacó una breve descripción relacionada con sus melodías favoritas. “Como hago todos los años, aquí hay algunas canciones que he estado escuchando este verano – una mezcla de viejas y nuevas. Espero escuchar lo que me he perdido”, destacó el político en su red social.
Los internautas no se hicieron esperar y realizaron una serie de comentarios relacionados al post del expresidente. Entre ellos se destacan los siguientes: “Puro doble P” dijo Mr. President 🎺🔥❤️🔥” babe!!!! A Obama le gusta Peso Pluma”. Y así muchos más mensajes.
Peso Pluma, no es el único artista hispano que sobresale en las preferencias musicales de Obama. Ya que, también se encuentra la cantante española, Rosalía y el puertorriqueño, Rauw Alejandro, con el tema musical titulado, «Vampiros». Este lo dieron a conocer el pasado 13 de abril y forma parte del primer EP en conjunto titulado como “RR”, este es una reproducción extendida, pero mucho más corta que un álbum.
Te podría interesar: ¡Cara a cara! Esto respondió Ryan Gosling cuando escuchó su anécdota con Martha Higareda
