En Níger, la violencia ha estallado, luego de la destitución a la fuerza del presidente Mohamed Bazoum. Este día se han elevado columnas de humo negro en la sede del partido gobernante en Niamey, la capital, luego de que cientos de partidarios del golpe de Estado saquearan y prendieran fuego al lugar.
El ejército confirmó este día haber derrocado al gobierno, luego de un aparente golpe de Estado, en el que miembros de la Guardia Presidencial detuvieron al presidente Bazoum.
La oficina del funcionario dijo en su cuenta de X que “elementos de la Guardia Presidencial (PG) tuvieron un ataque de mal genio… e intentaron, sin éxito, obtener el apoyo de las fuerzas armadas nacionales y la Guardia Nacional”.
Miembros de la Guardia Presidencial de élite cerraron el 26 de julio el acceso a la residencia y las oficinas del presidente en Niamey. Una fuente del Ejecutivo declaró que, luego de conversaciones, se negaron a liberar al mandatario.
La Unión Africana, Francia y la Unión Europea, junto con Estados Unidos, han condenado la acción que ha tomado el ejército, y han pedido la libertad del político y su familia.
La Casa Blanca ha exigido, «específicamente, que los miembros de la Guardia Presidencial liberen al presidente Bazoum, y se abstengan de cualquier violencia».
Posturas de los militares ante el golpe de Estado
Los militares golpistas de Níger anunciaron en televisión nacional que habían derrocado al presidente, y comunicaron que el ejército, la policía y la gendarmería se han unificado en torno a la Guardia Presidencial.
«Nosotros, las fuerzas de Defensa y de Seguridad, unidos en el seno del Consejo Nacional de Salvaguarda de la Patria (CNSP), hemos decidido poner fin al régimen que ustedes conocen, el del presidente Bazoum», comunicó el coronel mayor Amadou Abdramane.
Níger es el tercer país del Sahel que vive un golpe de Estado desde el año 2020. Malí y Burkina Faso fueron los primeros.
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