Para muchas personas que visitan algunas comunidades de Zacatecoluca, les resulta curioso ver tumbas en los patios de las viviendas de los lugareños, pero para los habitantes es una tradición.
Enterrar los difuntos en los jardines de las casas también es una necesidad de los lugareños del cantón Los Pineda; sin embargo, alegan que esto es más una tradición que se ha mantenido por décadas.
Las decenas de patios de las viviendas, en algunas ocasiones, se encuentran una, dos, tres y hasta más de cinco tumbas. Aquí, todo el que muere, desea que sus restos se queden donde vivió, porque para muchos, el último deceso es descansar toda su vida en la que fue su morada.
Así lo comenta Marina Bermúdez, habitante de la zona.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Sofía Chi.
Muchos habitantes comentan no tener miedo de vivir cerca de las sepulturas de sus seres queridos, pues son sus familias o amigos. No obstante, algunos lugareños relatan sentir la presencia de sus difuntos.
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Ante esto, el equipo de Noticias 4 Visión, con el respeto y permiso de las familias, se aventuró para llevar a cabo una actividad paranormal junto con el investigador, Henry García. A continuación se presenta lo que encontraron.
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La comuna de Zacatecoluca no prohíbe esta tradición
Para muchos de los pobladores, no importa si poseen o no parcelas, pues vecinos de la comunidad dan permiso para que los amigos sean sepultados en sus terrenos.
En algunas zonas, fueron antiguas haciendas de algodón, de las cuales se fraccionaron hace años entre familias de escasos recursos que viven del cultivo de granos.
La pobreza aumentó durante la guerra civil que finalizó en 1992, debido a la migración de muchas familias que moraban en zonas conflictivas, lo que también incrementó el hábito de sepultar a los muertos en los patios familiares.
La alcaldía de Zacatecoluca no prohíbe esa práctica y, según funcionarios, es una costumbre cuyo origen se desconoce.
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