El Dr. Carlos Acevedo, economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), visito el foro de Debate TCS, a fin de hablar de temas de coyuntura económica nacional, como el ferri entre El Salvador y Costa Rica.
Ferri entre El Salvador y Costa Rica
Acevedo apuntó que el ferri que conectará el Puerto de La Unión con el Puerto Caldera de Costa Rica, que podrá transportar hasta 100 furgones, ya sea se use para transporte de carga como de pasajeros, es «beneficioso» para dinamizar las relaciones comerciales entre ambas naciones.
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La Asociación Salvadoreña de Transportistas de Carga (Astic), ha afirmado que el traslado de furgones al Puerto de La Unión, y el posterior viaje en ferri, saldría más caro (cerca de $2,260) que enviarlo por la vía tradicional (terrestre).
Además, agregó que el año pasado importamos el doble de lo que exportamos. «Tenemos una de las balanzas comerciales más negativas en el mundo en porcentaje de PIB».
Sin embargo, en la balanza del sector servicios se tuvo un superávit (diferencia entre ingreso y gasto, siendo mayor el ingreso) de alrededor de $1,000 millones en 2022.
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Recordó que la estimación de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) para El Salvador en 2023 es de 1.7%, y para el año próximo 1.5%. Apuntó que seríamos la nación con menos crecimiento de América Latina en 2024, según lo proyectado por el FMI.
Ley de Zonas Francas
Acevedo se refirió a la reciente reforma a la Ley de Zonas Francas, Industriales y Comercialización. Recordó que la normativa es vieja, del quinquenio de Armando Calderón Sol (1994-1999). Lo que se ha hecho es un cambio, para incluir al rubro de alimentos.
Dijo que funcionará según de cómo se implemente. En principio es «positivo» dice el experto, porque se atrae inversión. Pero la cuestión es si esta riñe con la que ya hay a nivel local.
Puntualiza que los beneficios que experimenten las industrias bajo el marco de la ley, se deben trasladar también a las industrias locales del mismo ramo, para evitar competencia desleal.
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Acevedo apunta que se pueden crear invernaderos, y que la agricultura primaria local que se aboque a la ley debe tener cierta «innovación«, como cultivos hidropónicos.
Dice que hay que estudiar qué ventajas comparativas tiene El Salvador en esa producción respecto a los países centroamericanos, y buscar nichos de mercado tratando de no perjudicar a los productores locales.
Por otro lado, apuntó que hay un problema mundial de sobreproducción de alimentos, que se destruyen, pues si se circulan en el mercado, deprimen (disminuyen) los precios.
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Sobre la apuesta de la ley de incluir la acuicultura como una de las actividades que pueden hacerse en zona franca, puntualizó que es «interesante«. Ha visto tilapia cultivada y camarones.
Dijo que aprovechando los recursos y tamaño del país, esa puede ser una solución para lograr cierto grado de autosuficiencia alimentaria y generación de empleos. En este tema, la amenaza son las hormonas que se les introduce a los peces, pollos u otros animales, que podrían generar vulneraciones en el organismo.
Campo sobre Ley de Zonas Francas
El presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Agropecuarios (Campo), Luis Treminio, teme que la reforma de la ley convierta a los productores nacionales en «obreros de zonas francas«, y que desplace a los productores locales.
También, piensa que en el futuro se podría reformar para permitir que las compañías que se instalen ahí, además de exportar al extranjero, también comercialicen sus productos en El Salvador, afectando al productor local.
Asimismo, apuntó que los beneficios de la normativa incluyen la exoneración del IVA, el pago de impuestos municipales, y no cancelar aranceles de importación.
En ese sentido, enfatizó que desde hace varios meses han solicitado a la Asamblea Legislativa que quite el IVA a los insumos agrícolas, lo que no ha sido aprobado.
