En varias ocasiones hemos sido testigos de todo un espectáculo en el cielo, donde apreciamos que se forman diferentes tonalidades que pintan el firmamento, como si se tratara de un increíble lienzo, provocando la atención y admiración de muchos espectadores.
Este fenómeno ocurrió el pasado domingo 27 de agosto, cuando en algunas zonas de El Salvador se registró un fenómeno de color púrpura, y naranja en la atmósfera. El acontecimiento sucedió previo a las lluvias que se originaron en diferentes sectores del país.
Estas manifestaciones tienen una explicación desde el punto de la física tradicional y es que se debe a «las propiedades ópticas de la luz solar cuando atraviesa la atmósfera terrestre», de acuerdo con el astrónomo, Edward Bloomer, de los Museos Reales de Greenwich, ubicados en el este de Londres.
Un espectáculo celestial
Cabe destacar que la luz está compuesta de todos los colores del espectro visible, entre ellos: el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Por eso, en muchas ocasiones notamos el cielo de cierta tonalidad y esto tiene que ver “con cómo se dispersa la luz solar, y no lo hace de manera uniforme», detalla Bloomer, según un artículo de la BBC.
Es decir, cada color tiene una longitud de onda particular y eso hace que se aprecien diferentes tonos. Por ejemplo, el violeta, tiene la longitud de onda más corta, mientras que el rojo tiene la más larga. Además, el pasado 25 de agosto se identificó un hecho «apocalíptico» en el cielo sobre San Salvador, donde se ve salir un resplandor del firmamento.
Por esa razón, hemos apreciado una gama de colores en el cielo, volviéndolo todo un espectáculo de diversas tonalidades.
Por tanto, en otras ocasiones, el pueblo salvadoreño ha observado el cielo convertirse en un tono rojo. Esto sucedió hace un par de meses, en la parte occidental de El Salvador, precisamente en Armenia, Sonsonate. Este fenómeno se debe a que «cuando el Sol se acerca al horizonte, los azules y los verdes se dispersan y nos quedamos con ese resplandor naranja y rojo«, afirma Edward Bloomer.
Imagen/TCS
Del mismo modo, recientemente, los salvadoreños tuvieron la oportunidad de ver convertirse el cielo en una tonalidad “amarilla”, que dejó cubierta la ciudad. Sin embargo, en esta ocasión, el suceso tuvo lugar justo cuando se registró nueva presencia de Polvos del Sahara en El Salvador.
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