Como parte del Especial de Planetas del Sistema Solar, donde revisamos uno por uno a todos los astros que conforman esta pequeña constelación estelar perdida en una región cualquiera del espacio-tiempo de la Vía Láctea, desmenuzamos a profundidad a una de las estrellas más especiales, única en su especie, pues es la única de todo el sistema solar donde se han dado las condiciones para el surgimiento y desarrollo de vida inteligente.
Hablamos nada más y nada menos que de la Tierra, nuestro hogar, planeta y casa, que benévolamente nos ha concedido el privilegio de poder habitarla y erigir una civilización sobre ella, pero a cambio nos ha delegado una responsabilidad fundamental: fomentar su cuido y tratamiento, algo que cada vez parece que nos importa menos.
Por ello, cada vez más cobrar las facturas pendientes con la humanidad, por nuestra propia negligencia y desinterés.
Pero antes de entrar en materia y revisar las proyecciones sobre su destino, demos un vistazo general a lo que es la Tierra en sus términos de base. Es decir, sus propiedades y características esenciales.
Nacimiento de la Tierra
La mayoría de estimaciones apuntan que nuestro hogar se formó aproximadamente hace 4,500 millones de años. Según la NASA, nació cuando la gravedad atrajo gases y polvo arremolinados en el Universo, para condensarlos y convertirse en un planeta autónomo.
Según la Secretaría de Cultura de Colombia, los científicos, para determinar el momento aproximado de formación del cuerpo celeste, han analizado capas de rocas en el fondo de los ríos, así como el tiempo de enfriamiento desde su estado original.
La Tierra no solo es el único planeta del Sistema Solar con seres vivos, sino también es el único, hasta el momento, con agua en estado líquido, siendo un elemento propicio para la formación de vida.
Propiedades de la Tierra
Describamos a la Tierra. Es el tercer planeta más cerca de la órbita del Sol, luego de sus hermanos Mercurio y Venus, y el quinto más grande del sistema solar. De hecho, es el más coloso de los cuatro cuerpos celestes más cercanos al Astro Rey, incluyendo Marte.
Es un planeta hecho de roca y metal. Tiene una superficie sólida y activa con montañas, valles, cañones, llanuras y mucho más. Sin embargo, también es oceánico: el 70% de la superficie está cubierto por agua.
Tiene una masa de 5.97 x 1024 kilos, o lo que es lo mismo, 5,970,000,000,000,000,000,000,000 (5,970 mil trillones) de kilos.
Tiene un radio de 6,371 kilómetros y se encuentra a una distancia promedio de 150 millones de kilómetros del Sol. La luz de este tarda ocho minutos en llegar a nuestro planeta.
El eje de rotación de la Tierra está inclinado 23.4 grados con respecto al plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Esta inclinación provoca las estaciones anuales: verano, invierno, otoño y primavera.
Estas tienen que ver con la posición del cuerpo celeste respecto al Sol, haciendo que a un hemisferio u otro reciba más o menos luz solar, produciendo el verano e invierno.
En el caso de otoño y primavera, ambos hemisferios (norte y sur) reciben cantidades aproximadamente iguales de calor del Sol.
«Hoy es el solsticio de verano en el hemisferio norte. ¡Es verano! La Tierra orbita en un ángulo. Los solsticios ocurren dos veces al año, en los puntos de la órbita terrestre donde esta inclinación es más pronunciada».
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Satélite, atmósfera y movimiento
Tiene un solo satélite, la Luna, que fue producto del impacto de un objeto espacial contra la Tierra, dando lugar al esparcimiento de material rocoso al espacio, que por la gravedad se agrupó formando el cuerpo rocoso. Se halla a una distancia de 384,400 km, y tiene un radio de 1,738 kilómetros.
La Tierra completa una rotación sobre sí misma cada 23.9 horas, y le toma 365 días terrestres (de 24 horas cada uno), en dar una vuelta completa al Sol.
La atmósfera está compuesta un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y 1% de otros ingredientes, siendo el equilibrio perfecto para respirar y vivir. Nos protege de los asteroides que ingresan; la mayoría se fragmenta (destruye) cuando intentan entrar a la capa atmosférica.
Formación de vida
Primero vino de la mano con la formación de bacterias y arquebacterias con capacidad reproductiva, aproximadamente hace 3,800 millones de años. Todavía existe el enigma en torno a cómo estos microorganismos pudieron reproducirse por procesos químicos, siendo una duda hasta nuestros días.
Si nos adelantamos en el tiempo, las hipótesis más aceptadas apuntan que la formación de animales complejos (macroscópicos) en los océanos de la Tierra, es relativamente reciente, pues existieron hace apenas 580 millones de años.
Si revisamos la vida en la superficie, se encuentra que todavía es más tardía, pues los ancestros de los árboles y animales terrestres modernos colonizaron la Tierra por primera vez, hace unos 450 millones de años.
La científica Nicky Fox, de la NASA, reveló que equipos de exploración de la institución, de la Agencia Europea del Espacio, de la Agencia Espacial de Australia, y de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, se hallan investigando la zona de El Pilbara, Australia, en búsqueda de registros geológicos antiguos:
«Es uno de los pocos lugares de la Tierra que posee un registro geológico de nuestro pasado. Observe cómo el equipo de exploración @NASAMars investiga algunas de las pruebas convincentes más antiguas de vida en la Tierra con nuestros socios internacionales de la Agencia Espacial de Australia, la ESA y la CSIRO».
Futuro
La temperatura promedio de gran parte del agua en estado líquido es de 15° C. Para el pasado mes de julio, la NASA confirmó que fue el mes más caluroso jamás registrado, ya que fue 1.1° C más caliente que el promedio de todos los julios entre 1951 y 1980.
Además, fue 1.5 °C más cálido que el promedio preindustrial para el período 1850-1900.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en abril de 2022, emitió un informe sobre el cambio climático, donde revelaron que en el período 2010-2019, las emisiones globales anuales promedio de gases de efecto invernadero alcanzaron sus niveles más altos en la historia de la humanidad.
2025, año límite
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió algo alarmante en ese momento, y es que para lograr mantener la temperatura global debajo de 1.5 °C (establecido en el Acuerdo de París de 2016) las emisiones de gases de efecto invernadero (que provocan el calentamiento global), deben, necesariamente, alcanzar su punto máximo en dos años (2025).
Es decir, a partir de 2025, según el IPCC, las emisiones deben ir a la baja, para alcanzar una reducción del 43% en 2030. Al mismo tiempo, se requiere reducir el metano alrededor de un tercio.
De lo contrario, sería «imposible» revertir los efectos devastadores del cambio climático.
«Es ahora o nunca si queremos limitar el calentamiento global a 1,5°C (2,7°F)», afirmó el copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC, Jim Skea. «Sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones en todos los sectores, será imposible», agregó.
El IPCC destacó que, a pesar de que se alcanzaron máximos históricos la década pasada, la tasa de crecimiento se ha desacelerado.
En el Acuerdo de París de 2016, prácticamente todos los Estados del mundo se comprometieron a mantener el calentamiento del planeta a menos de 2° C en este siglo, y de ser posible, limitarlo a 1.5° C.
Otros informes han apuntado que las consecuencias del cambio climático pueden ser «irreversibles«, y especialmente perjudiciales para todas las formas de vida en el planeta, incluido el ser humano.
Por ello, a la civilización tal y como se conoce le espera un camino incierto, que no pinta precisamente alentador. La humanidad, como siempre, tendrá la última palabra sobre su futuro y el de las demás especies de la Tierra.
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