Esta mañana, en la entrevista Frente a frente, el embajador de Panamá en El Salvador, David Enrique Palacios Pinzón, abordó el trabajo que desempeñan en el canal de Panamá. En especial, las dificultades que existen para manejar la movilidad de buques, por la poca afluencia de agua que provoca el fenómeno de El Niño.
¿Qué está pasando en el canal de Panamá?
El embajador menciona que pese a las dificultades causadas por la poca afluencia de agua y lluvias en su territorio, el canal no ha dejado de funcionar en sus operaciones marítimas.
Sin embargo, por los niveles hídricos, que son muy bajos, han debido tomar nuevas medidas. Estas acciones facilitan seguir funcionando y operando de manera ininterrumpida.
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¿Cómo opera?
Este trabaja con los dos reservorios, lago Gatún y Alajuela. Ambos tienen la funcionalidad de cisternas o bombas que proveen del agua necesaria para que los barcos puedan pasar de un nivel a otro.
El embajador reconoce que con los efectos del cambio climático, esta área es una de las principales afectadas. El problema puede perjudicar no solo su nación, sino a nivel mundial. Entre las acciones tomadas se halla la limitación de tránsito de buques o naves. Anteriormente se movían 38 diarias, ahora 32.
Otra de las restricciones es sobre el calado; antes se manejaban embarcaciones que tienen alrededor de 50 pies, pero por las afectaciones del agua, en la actualidad solo operan los buques de 44.
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Pese a que el trabajo no se ha parado, existe un “atasco” en el canal, ya que en los últimos meses se ha llegado a observar alrededor de 100 naves esperando pasar por el estrecho.
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