Video/TCS.
La frase popular que reza: «cuando te toca, aunque te aparte y, cuando no, aunque te pongas», ha sido mencionada en múltiples ocasiones y siempre demuestra su validez. Ahora te contamos otro caso donde se evidencia la “fidelidad” de esta afirmación.
Este hecho aparentemente ocurrió en Brasil; no se tiene certeza exacta. Sin embargo, como se puede observar en el video, un ciclista venía empujando su bicicleta de color amarillo. De repente, una pipa del mismo color que la bicicleta pasa justo a su lado.
Al parecer, esta perdió el control y venía de un accidente de tránsito anteriormente, que lo hizo circular por la acera y casi embestir a este hombre. El espacio que había entre el poste y la pared era lo necesario para que esta persona pudiera esconderse detrás.
Después del incidente, el hombre se quedó parado, mirando hacia atrás, como si estuviera pensando en cómo no se dio cuenta ni escuchó ningún aviso sobre lo que estaba ocurriendo. Además, en medio de su posible desconcierto, adoptó una expresión de incredulidad ante lo que había sucedido.
Es innegable la habilidad del conductor de la pipa. Si lo consideramos, pudo haber chocado contra el poste del tendido eléctrico, derribándolo y generando un problema aún mayor, pero no lo hizo.
Justo donde esta persona se detiene, hay un automóvil estacionado y una motocicleta, a los cuales no logró impactar, a pesar de la aparente velocidad catastrófica a la que circulaba la pipa.
La teoría
¿Qué habría sucedido si este hombre hubiera mirado hacia atrás? Es posible que su reacción hubiera sido de temor, y ambos, el conductor y el peatón, se habrían enfrentado a una situación complicada, tal vez incluso con consecuencias fatales para el peatón.
Es verdad que también reza otro dicho «el hubiera no existe», pero en este caso, sí pudo salvarlo el no darse cuenta, porque gracias eso, ahora, cuenta su experiencia de supervivencia.
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