En San Salvador, en la autopista a Comalapa, unos salvadoreños trabajan con vidrio fundido, una forma que les permite crear piezas únicas mediante la ayuda de hornos artesanales. Te contamos más sobre esta bonita historia y emprendimiento que sirve para obtener un ingreso económico para estas familias.
El impresionante trabajo está a cargo de más de seis personas. En cuestión de minutos, ellos manipulan el material fundido para dar vida a nuevas piezas. Aquí la agilidad y trabajo en equipo es vital.
Vidrio fundido
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Raquel Castaneda
Don Carlos Céspedes comentó que tiene 60 años de experiencia y, en este tiempo, ha aprendido a desarrollar cada parte de las piezas en unidad; primero elaborando la base y posteriormente se añade las otras partes que darán vida al florero.
En la primera atapa colabora una joven, se llama Dayana. Su misión es tomar el material fundido con barras de hierro. Su tarea es la que genera la primera base que se usa para la pieza que al ser terminada será un hermoso florero.
El material que se utiliza es reciclable. Su trabajo no solo ayuda a sus economías, sino que también colaboran con el medio ambiente. Pese a que la temperatura es esencial para darle forma, ellos mencionan que la experiencia los ha llevado a acostumbrarse a esas temperaturas.
En el día, este equipo de artesanos realiza 300 piezas, que van desde recipientes para flores o adornos que pueden ser muy interesantes y exhibirlos, ya sea en casa u oficina.
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