El hecho está siendo investigado como un delito penal por el FBI, ya que provocaron daños que podrían requerir días en ser reparados y dejó a decenas de miles de personas sin luz.
Dos subestaciones eléctricas de un condado de Carolina del Norte resultaron dañadas por disparos, el pasado 3 de diciembre.
En respuesta a los apagones, que comenzaron poco después de las 7 de la noche del sábado en distintos puntos del condado Moore, las autoridades anunciaron un estado de emergencia que incluyó un toque de queda desde las 9 de la noche del domingo, hasta las 5 de la mañana del lunes.
“Un ataque como este contra infraestructura crucial es un delito grave e intencional, y espero que las autoridades estatales y federales investiguen a fondo y lleven a los responsables ante la justicia”, tuiteó el gobernador Roy Cooper.
Por su parte, el jefe policial del condado Moore, Ronnie Fields, dijo el domingo en una conferencia de prensa que las autoridades aún no determinan los motivos.
“Ningún grupo ha dado la cara para reconocer o aceptar su responsabilidad. Estamos analizando todas las posibilidades”, comentó Fields.
El jefe de policía destacó que el FBI colabora con investigadores estatales para determinar quién fue el autor. También aseguró que se trató de “algo focalizado”.
Afectaciones
Aproximadamente, 36.000 personas en el condado continuaban sin luz el domingo por la tarde, según el sitio web poweroutage.us.
Con pronósticos de bajas temperaturas por la noche del domingo, el condado instaló un albergue en un complejo deportivo en Carthage.
El portavoz de Duke Energy, Jeff Brooks, indicó que la compañía intenta reanudar el servicio lo más pronto posible, él advirtió a los clientes sobre la posibilidad de que los apagones se prolonguen durante días.
“Tenemos frente a nosotros una reparación bastante sofisticada de equipo bastante grande, así que queremos que los residentes de la localidad estén preparados para el hecho de que será una reparación de varios días para muchos de los clientes, posiblemente hasta el jueves”, comentó Brooks en una conferencia de prensa.
El condado de unos 100.000 habitantes se ubica aproximadamente a una hora en coche al suroeste de Raleigh y es conocido por sus clubes de golf en Pinehurst y otras comunidades.
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