Al menos 35 autobuses fueron incendiados el día de ayer, 23 de octubre, en diferentes barrios de la ciudad brasileña de Río de Janeiro. En una represalia de pistoleros a la muerte de un jefe miliciano (parapolicial) en un tiroteo con la Policía.
El incendio de los autobuses, en una acción simultánea y coordinada en importantes vías de Río de Janeiro, provocó un caos en el tránsito en la zona oeste de la segunda mayor ciudad de Brasil, por la interrupción del flujo de automóviles y los embotellamientos.
De acuerdo con las autoridades locales, el ataque obligó a varias empresas a interrumpir la circulación de sus autobuses.
Bruno KAIUCA / AFPTV / AFP.
Los automotores fueron interceptados por pistoleros e incendiados en barrios como:
- Guaratiba
- Inhoaíba
- Paciência
- Campo Grande
- Santa Cruz.
Sitios que son controlados por las milicias, como son conocidos los grupos parapoliciales integrados por policías y expolicías que surgieron para hacer frente a las bandas de narcotraficantes.
Por su parte, el alcalde de Río, Eduardo Paes, señaló que los criminales necesitan una respuesta muy firme de las fuerzas policiales e hizo un llamado al Gobierno federal a actuar para evitar que hechos como estos vuelvan a ocurrir.
«Cuando el tipo no solo es un criminal, sino también un estúpido. Milicianos de la Zona Oeste queman autobuses públicos pagados con dinero del pueblo para protestar contra el operativo policial. Quienes pagan son los trabajadores. Como alcalde, hago un llamado al Gobierno del Estado y al Ministerio de Justicia a actuar para evitar que hechos como este vuelvan a ocurrir», expresó el edil en su cuenta de X.
Muerte del jefe parapolicial
Matheus da Silva Rezende, de 25 años, conocido como Faustão, era mucho más que el sobrino de Luís Antônio da Silva Braga, conocido como Zinho, en la estructura de la mayor milicia de Río de Janeiro.
Según investigaciones de la Policía Civil, llevaba al menos tres meses fortaleciendo los contactos entre la milicia y la banda de narcotraficantes más grande del estado, el Comando Vermelho (CV).
Con Zinho, tomando el control de la milicia, Faustão se convirtió en uno de los principales miembros del grupo, participando en la mayoría de los enfrentamientos con otros milicianos en disputas por territorios.
Faustão también fue denunciado por planear la muerte del exconcejal Jerônimo Guimarães Filho, conocido como Jerominho.
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