A través de la cuenta X de Cancillería, el gobierno salvadoreño ha exigido que Panamá permita un corredor humanitario para todos aquellos transportistas que se encuentran varados por los cierres en las calles de dicho país.
Tal y como lo expresa el mismo comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores se siente preocupado debido a la situación interna que vive el país panameño, acción que está repercutiendo (de igual manera) en los transportistas salvadoreños quienes, según lo informa Cancillería, están en total vulnerabilidad de lo que ocurre.
Además, han informado que ha sido la embajada de El Salvador en Panamá quien se ha encargado, durante estos 30 días, en cubrir la necesidad de alimentación y salud de todos los connacionales. A pesar de ello, afirman que aún no se ha llegado a ningún acuerdo para retornarlos a suelo salvadoreño.
Por las razones antes expresadas, Cancillería hizo el llamado a las autoridades panameñas, así como a miembros de la sociedad civil, para que se aperture un corredor humanitario que permita el pronto retorno de los transportistas.
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¿Qué sucede en Panamá?
Desde el pasado 9 de marzo de este año, Panamá anunció que, junto a la compañía, First Quantum Minerals (FQM), anunciaron la reapertura de trabajos en la mina de plomo más grande en Centroamérica. Cuyas operaciones estaban paralizadas desde hace tres meses por disputas sobre impuestos y regalías.
Luego de esa noticia, una serie de protestas han surgido a nivel nacional, incluyendo el cierre total de diversas arterias que han afectado, no solo a la misma población panameña, sino a todo el sector de transporte que utiliza Panamá como un paso de productos.
De manera interna, fue la misma compañía de autobúses, MiBus, quien compartió a través de su cuenta X las afectaciones que tendrían, debido a un paro nacional del transporte público programado para el pasado 20 de noviembre, uno de los más masivos hasta la fecha.
Y es la misma Ley 406 quien permite la explotación minera, según lo afirman diferentes organizaciones medioambientalistas de Panamá, así como la misma sociedad civil, quienes rechazan rotundamente este tipo de acciones.
Asimismo, este tipo de actos ya han cobrado la vida de personas, esto durante una manifestación, en la cual, debido a los actos de cierre en las calles, asesinaron a dos protestantes.
