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Este sábado, Alemania conquistó el Mundial Sub-17, celebrado en Indonesia, luego de empatar 2-2 con Francia en los 90′ y sacó el triunfo desde la definición por penales con marcador 4-3.
El conjunto germano fue al ataque desde el arranque, encontrándose con una alborotada defensa. Apenas a los 4 minutos, la portería de Argney fue batida, pero el gol no subió a la cuenta por un fuera de juego previo.
Mientras que Saimon Bouabré llevaba todo el peso ofensivo del lado francés. Habilidoso desde la banda izquierda probó los reflejos de Heide al 20′
Alemania lo intentaba con el juego colectivo, buscando la pelota al espacio. Sin embargo, el primero del encuentro llegó desde el punto penal. Yalcinkaya cayó dentro del área producto de una fuerte entrada y el colegiado terminó señalando la infracción tras el chequeo en el VAR.
Paris Brunner no perdonó desde el manchón a los 28′.
Alemania aprovechó el desconcierto de la zaga y amplió la diferencia apenas comenzando la segunda mitad. Pelotazo a campo contrario que Brunne recogió y mandó hacia la cocina. Noah Darvich evitó que el balón saliera del campo y la mandó a guardar al 50′.
Dos minutos después, los bleus emparejaron las acciones por intermedio de Bouabré, quien, luego de tantas internadas en la cocina, sacó un grandioso derechazo a ras de piso.
Todo se complicó para el combinado teutón al 70′, cuando Osawe recibió doble amarilla, y por ende la roja, dejando a su equipo con uno menos.
El combinado galo encontró espacios y no dejó de atacar, hasta que su premió llego a los 85′, cuando Boune cerró una gran jugada colectiva, emparejando las acciones en Surakarta.
Todo se definió desde los penales, donde Alemania se impuso para alzar su primera Copa Mundial en la categoría.
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