Video/TCS.
Vestido con una camisa de cuadros, con sus manos firmes a la armónica y una impresionante habilidad de respiración para interpretar dicha canción. Y es que la persona que podés ver en el video se llama Darío Gonzales, un hombre que, con sus años, nos demuestra que el talento lo lleva en la sangre.
Él, una persona de nacionalidad guatemalteca, pero residente en Canadá, se grabó mientras tocaba lo que consideramos el segundo himno de El Salvador, la canción de El Carbonero. Por supuesto que sorprende, ya que parece tener un cariño muy especial al pulgarcito de América.
Tal y como se puede notar, don Darío tiene una habilidad nata para tocar la armónica, un instrumento de viento que, para muchos expertos en la música, han mencionado que es difícil sacar el sonido perfecto, debido a que requiere de mucho esfuerzo en aire.
Sin embargo, como lo hemos mencionado, el talento de él no se mide por sus años. Un dato curioso, es que pudo haber interpretado Luna de Xelaju, que es considerado (así como El Carbonero) como el segundo himno Nacional de Guatemala.
Datos de la canción El Carbonero
Esta es una canción que pertenece al género musical conocido como Folklore. Según el registro histórico, dicho tema se le atribuye a la creación del autor llamado Francisco Antonio Lara Hernández, mejor conocido como «Pancho» Lara.
A pesar de que no está certificado por ningún historiador o Asamblea Legislativa del país u organización internacional (todavía), El Carbonero se considera, para muchos salvadoreños, como un segundo himno nacional, lo que remonta a recordar la tierra cuscatleca fuera de las fronteras.
La canción habría sido escrita en 1934, y la intención es que toda versa (de manera poética) la travesía que realiza una persona campesina que se encargaba de buscar y traer el carbón para poder comercializarlo en el mercado del pueblo.
Algunos se han atrevido a mencionar que esta canción tiene bastante relación con el momento histórico – político que estaba viviendo el país, razón por la cual fue escrita, pero tampoco existe un registro de que esto sea una realidad.
Lo que sí es verdad, es que, a dónde quiera que esta canción del gran cantautor «Pancho» Lara se escuche, un salvadoreño recordará su país.
