Nuevo partido del Barcelona y nuevo calvario para Xavi Hernández. El estratega no la paso nada bien este domingo en Montjuic durante el empate (3-3) entre los azulgranas y el penúltimo de LaLiga, Granada.
El enojo del exjugador inició con el 1-1 parcial, pues una defensa blanda permitió la anotación de Ricard Sánchez, quien entró como ‘Juan por su casa’ para sacar un tremendo trallazo.
Lo primero que hizo Xavi fue lanzar un pelotazo e insultar a diestra y siniestra. Reclamó e hizo señas muy efusivas.
Toda su furia la descargó con un fuerte puñetazo a su asiento en el banquillo. Posteriormente, el técnico regresó a la banda con un semblante muy serio.
Ese enfado siguió durante todo el encuentro, donde los catalanes se pusieron abajo en el marcador en dos ocasiones. Pero Lamine Yamal apareció a 10 minutos del final con una anotación pletórica.
Otro que no la paso muy bien en el palco fue Joan Laporta, presidente del Barca, pues medios informan que llegó a tirar una bandeja de canapés (bocadillos) mientras veía el compromiso.
Xavi: «No tiramos la toalla, pero está muy difícil»
Barcelona pierde puntos importantes y se aleja de la cima en LaLiga. Un hecho que se produce por las desatenciones en defensa, según explicó el técnico azulgrana en rueda de prensa.
«Estos errores groseros en defensa nos hacen tenar la diferencia de puntos con el Madrid y el Girona. A 10 puntos del líder y a 5 del Girona, este punto es insuficiente… No tiramos la toalla, pero se nos ha puesto muy difícil», explicó.
De momento, el cuadro culé marcha tercer lugar en la tabla con 51 unidades. Abajo le acechan Atlético y Athletic con 48 y 45 puntos, respectivamente.
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