El gobierno de Haití decretó el estado de emergencia por 72 horas en Puerto Príncipe y sus alrededores. Debido a que bandas armadas irrumpieron en la principal cárcel del país, facilitando la fuga de centenares de presos.
De acuerdo con el informe de las autoridades, la noche del pasado 2 de marzo, escaparon de la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe la mayor parte de los aproximadamente 3,800 hombres detenidos.
A través de la cuenta X de la Primatura de la República de Haití, el día de ayer, 3 de marzo, decretó toque de queda. En el comunicado se puede leer:
«El gobierno decreta toque de queda Puerto Príncipe, domingo 3 de marzo de 2024.- Debido al deterioro de la seguridad, particularmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe, caracterizada por actos criminales cada vez más violentos perpetrados por bandas armadas […]»
Los principales sindicatos policiales habían pedido ayuda a los militares para reforzar la seguridad de la prisión para evitar la fuga de los detenidos.
«El Sindicato de la Policía, está pidiendo a todos los policías de la capital que tengan coches, armas y municiones, los del grupo VIP que se queden con los policías que luchan en la penitenciaría, ya que dejamos que los bandidos tomen la penitenciaría. En este momento, no debemos dejar de lado la intersección del aeropuerto, Nazon y Kriswa. Manténganse unidos, juntos podemos evitar el desastre», expresó en su cuenta oficial de X el sindicato.
Puerto Príncipe ha vivido una situación de zozobra, luego de que Jimmy Cherizier, un ex oficial de policía que lidera una de las principales bandas armadas del país, hizo un llamado a los distintos grupos armados a unirse para derrocar al primer ministro, Ariel Henry.
El último recrudecimiento de la violencia comenzó el jueves, cuando el primer ministro viajó a Nairobi para discutir el envío a Haití de una fuerza de seguridad multinacional liderada por Kenia.
Presos que se quedan voluntariamente
Aunque las rejas estaban abiertas y al parecer la cárcel carecía de vigilancia, no todos los detenidos quisieron escapar.
Algunos optaron por quedarse dentro de la prisión, por considerar que allí estarían más seguros que en las calles. Un trabajador penitenciario voluntario dijo al medio internacional Reuters que 99 prisioneros, incluidos ex soldados colombianos encarcelados por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, habían optado por permanecer en sus celdas por temor a morir en el fuego cruzado.
Según un acuerdo elaborado tras la muerte de Moïse, estaba previsto que se celebrarían elecciones para escoger nuevas autoridades. No obstante, Henry, quien ocupa el cargo sin haber sido votado en las urnas, debía dimitir el 7 de febrero, pero eso no sucedió.
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