Siguiendo las distintas actividades religiosas que se celebran en la Semana Mayor. Hoy, Sábado de Gloria, la feligresía amaneció con la velación de Jesús. Momento crucial que sirve para meditar y prepararse para festejar una de las celebraciones más importantes que dan pie a la Resurrección de Jesucristo.
Pero, para llegar a este instante, la Iglesia católica desarrolla la Vigilia Pascual, evento litúrgico que comprende de varios elementos. ¿Conoces qué significa cada uno de los elementos que se utilizan?
Este momento es catalogado como la fiesta más significativa y se convierte en el centro del año litúrgico en todas las iglesias católicas. Aquí se incluyen signos como:
- El agua
- El fuego y
- La luz.
Elementos que engloba el Sábado de Gloria
El Sábado Santo es característico por celebrar la liturgia de la luz, en donde el sacerdote realiza la bendición del fuego y enciende el cirio pascual.
Le sigue la Liturgia de la Palabra. Aquí, se leen nueve lecturas que están tomadas del Antiguo y Nuevo Testamento. Así mismo, se reza el Gloria, Aleluya y el evangelio.
Posterior a ello, se renuevan las promesas bautismales, para este punto los creyentes reciben un rocío de agua bendita, que permite la renovación de las promesas bautismales.
Finalmente, se tiene la Eucaristía, que da paso a un ambiente festivo y de alabanza porque se “cumplieron las promesas de Dios, especialmente, por haber restaurado su amistad con la humanidad y otorgar la salvación”, indica el sitio web, Catholic.net.
Para este día, el clero se viste del color litúrgico, blanco, que simboliza la vida, triunfo y alegría por la Resurrección del Cordero de Dios.
¿Por qué es importante la Vigilia Pascual?
Cobra un sentido especial en la víspera pascual porque recuerda el pasaje bíblico del evangelio San Marcos 16:01. En el que un grupo de mujeres llegan al sepulcro para terminar de embalsamar a Jesús, pero no encuentran su cuerpo. Luego, un ángel se aparece y les dice: “¿Buscan a Jesús el Nazareno? No está aquí. Ha resucitado. Decidles a sus discípulos que vayan a Galilea y allí lo verán”, dice parte del evangelio de San Mateo 28, 6.
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