Fenerbahçe cumplió su promesa de boicotear la Supercopa de Turquía este domingo, dejándose ganar ante el Galatasaray, que necesitó de un minuto para levantar el título.
El club de Estambul se presentó a la final con jugadores de su filial sub-19, quien tras un gol tempranero de Mauro Icardi, 52 segundos, abandonaron el campo del Şanlıurfa GAP Stadium, al minuto de partido.
Sin mayores incidencias, el duelo se tuvo que aplazar, por lo que el Galatasaray sumó un nuevo título de manera plácida.
¿Por qué hizo esto el Fenerbahçe?
Fue una protesta ante la federación de fútbol turco ante los descontentos por los hechos ocurridos el pasado 17 de marzo, cuando fanáticos del Trabzonspor invadieran el terreno de juego para agredir a los jugadores del Fenerbahçe, amargándoles su festejo.
Ante esos sucesos, pidieron a la federación postergar la fecha de la final de la supercopa y un árbitro de nacionalidad extranjera, pero sus reclamos no fueron atendidos y el Fenerbahçe optó por boicotear el partido.
El conjunto estuvo a punto de abandonar la liga turca al tratar dicha temática en una de sus plenarias con socios, pero estos no llegaron a un consenso.
«Hoy, cuando salimos al campo no para ganar, sino para defender la verdad, lo que queremos enfatizar para resumir nuestra actitud es esto: al servicio del deporte turco, con sus 117 años de historia no solo en el fútbol sino en todas las ramas en las que competimos, tiene miles de trofeos en su museo con las huellas del sudor y el trabajo, sintiendo los valores nacionales de su país con sus 30 millones de fans, como el mejor club deportivo del mundo, seguiremos manteniéndonos firmes hoy y mañana, como lo hicimos ayer”, expresa una nota publicada en el sitio oficial del club.
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