Esta mañana, en la entrevista “Frente a Frente”, Óscar Amaya, director del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de El Salvador (UES); y Ana María Salinas, investigadora, hablaron sobre la situación del lago de Coatepeque y las distintas investigaciones que se realizan desde su centro de exploración.
Con la declaratoria ambiental impuesta en el lago, los investigadores expusieron que, desde el 2016, se mantienen dando un monitoreo constante al espejo natural, tiempo que ha servido para observar la presencia de microalgas, el cambio de coloración y la evolución de las cianobacterias.
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UES estudia el espejo natural de Coatepeque
Sobre este último fenómeno, Amaya explicó que es un problema que ocurre en el mundo y las cianobacterias se vuelven un inconveniente recurrente en Latinoamérica y El Caribe, situación que está afectando los cuerpos de agua dulce.
“Hemos iniciado un proyecto junto al Ministerio de Medio Ambiente, desde el año pasado, en el cual estamos enfrentándonos en cuanto a equipamiento, entrenamiento de recurso humano para hacerle frente a estos fenómenos”, añadió Óscar.
En lo que va del año, se han ejecutado dos monitoreos y los informes detallan los hallazgos: especies que se están proliferando en el lago y la concentración celular de la especie. Asimismo, las investigaciones recopilan los niveles de alerta, tomando en cuenta, además, los parámetros de la Organización Mundial para la Salud (OMS).
El primer estudio reveló que el nivel de toxicidad era bajo; sin embargo, para el segundo, que responde al 03 de abril, se encontró un incremento de las microalgas. Sus datos añaden que hay cuatro veces más que las primeras muestras tomadas el 4 de marzo. Situación que indica niveles altos.
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¿Desde qué año se detectaron esas cianobacterias en el lago?
Ana María Salinas, investigadora del centro, expuso que la especie de cianobacterias reportadas en el lago, el Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de El Salvador, lo detectó por primera vez en el 2018. Desde esa época, se ha alcanzado floraciones porque son “propias de los cuerpos de agua dulce”.
Pero la situación es grave, cuando se da un desequilibrio de los nutrientes, abonado al cambio climático y las altas temperaturas, funcionan como detonante para una masiva a floración como la que se tiene en este momento en el recurso natural.
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