En la entrevista “Frente a Frente”, este día se contó con la presencia de José Alfredo Linares, presidente de Lumen El Salvador y el padre Mauricio Dada, sacerdote salesiano. Ambos hablaron sobre la advocación de María Auxiliadora, el trabajo de LUMEN y la presencia salesiana en El Salvador.
En una época en donde el mundo está convulsionado y cada vez más los jóvenes y niños están más pegados al mundo tecnológico, se suma a que en muchos casos hay una lejanía al cristianismo o catolicismo, se advierte que hay “momentos difíciles”. Sin embargo, María Auxiliadora, por excelencia, es la “madre de los tiempos difíciles”, así lo predicaba también don Bosco.
Legado de don Bosco acompañado de la Virgen María Auxiliadora
Es un Santo que está ligado a la Virgen María. “No se puede entender, el carisma salesiano, no se puede entender a Don Bosco, sin la presencia maternal de la Virgen Santísima”, dice el padre, Mauricio Dada.
El testimonio de vida de San Juan Bosco inicia con un sueño a sus nueve años, en donde se le indica que ayude especialmente a “la juventud en peligro, pobre y abandonada”. Una misión que, pese a que es un pequeño, él llora preguntando a Jesús cómo puede cumplirlo. Aquí se tiene algo trascendental en la vida de don Bosco, porque recibe la guía de la “maestra” [aquí se le aparece la Virgen].
La misión ha llegado a El Salvador, y es así como se han creado cuatro colegios, centros juveniles, parroquias y una Universidad. Lo más importante es que lo que se busca es “educar evangelizando y evangelizar educando… acompañando a los jóvenes”.
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Por su parte, José Alfredo Linares, presidente de Lumen El Salvador, explicó, además, que don Bosco siguió con obediencia, pero algo que siempre estuvo a su lado fue la fe persistente. Un legado que se ha acogido de la misma manera en Lumen El Salvador.
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