Este 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes. Esta es una festividad bíblica dedicada a los niños menores de dos años nacidos en Belén y asesinados por orden del rey Herodes el Grande. Pero a pesar de esconder una tragedia histórica, este día ha sido aprovechado para gastar bromas a la gente.
Los salvadoreños no han sido la excepción, siendo víctimas de diversas bromas por parte de sus familiares y amigos. En el reportaje de Noticias 4 Visión, Eduardo Rivas nos trae las anécdotas que la población ha vivido en esta fecha.
Una señora declaró que un primo le gastó una broma con sus sandalias. “Como nos gusta quitarnos las sandalias, un primo nos las escondió una vez, nos tocó andar descalzas aquí en la calle”, comentó entre risas.
Otra persona contó que una vez le hicieron una broma que la enojó, pero a la vez le dio risa. “Una vez me dieron un regalo del día de los Inocentes y no tenía nada” cuenta la señora. Me dio risa y la vez cólera, porque me habían engañado”, agregó riendo.
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Otras bromas que se hacen son la del “billete caído”, decirle a alguien que se le ha caído dinero. Las víctimas suelen revisar instintivamente el piso, y se llevan una decepción cuando encuentran que no hay nada. La otra variante de esta broma es “se le ha abierto la bolsa”. Se le dice a alguien que lleva una cartera o bolsa de compras, y se le advierte que hay un agujero en el objeto, cuando realmente no hay nada.
Sin embargo, así como existen entusiastas de las bromas, también existen los que no les hace mucha gracia. “No me gustan las bromas a mí”, dijo una señora. “Esas bromas son muy pesadas” agregó. Si bien, las bromas livianas las puede pasar, otras más graves no le gustan para nada. “Que le digan a uno algo entre la vida y la muerte, eso no”, expresó.
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Sea como sea, las bromas siempre van a existir, y las risas siempre estarán garantizadas, ya sea del lado de la víctima o del victimario. Algunas bromas son positivas, pues hacen que la gente se olvide por un momento de sus problemas. Sin embargo, hay que tener cuidado con bromas que pueden herir sensiblemente a las personas.
Otras bromas que se juegan en este día
Una broma clásica que se hace en estas fechas es pegarle un papel en la espalda a un amigo o familiar, sin que se dé cuenta. En el papel se le escribe, usualmente, una frase graciosa. Si se hace bien, la víctima no se enterará hasta que alguien le diga que lleva un papel pegado a la espalda. Puede caminar horas y ni enterado.
Otra inocentada es la de pegar una moneda o billete al suelo en un lugar público. Cuando alguien quiera tomarlo se encontrará con una resistencia imposible de despegar. Alguna gente ha pegado hasta teléfonos caros. Se produce una cascada de risas al ver intentar a la gente despegar los objetos sin éxito. Algunos son obstinados y usan otros instrumentos para su fin, pero si el adhesivo es fuerte, es casi imposible separarlo del suelo.
Otra broma es cambiar alimentos por otros que parezcan similares, para que la persona saboree algo totalmente distinto a lo que esperaba. La broma que abandera esta categoría es la de cambiar azúcar por sal. Esta diablura le puede amargar (literalmente) el día a los amantes del café con azúcar, pero tampoco te pases con la cantidad de sal.
Así que ya lo sabes, este día aún no termina y debes de cuidarte de esas bromas.
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