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Para los apasionados del senderismo en Suiza se encuentra uno de los desafíos más extremos para los aventureros, que no es necesario ser un gran escalador ni contar con mucho equipo para disfrutar de una emocionante caminata practicando una vía ferrata, siempre y cuando tengas cabeza para las alturas.
Y para aquellos que se pregunten qué es exactamente una vía ferrata, pues es el bloguero de escalada, una vía ferrata es una forma de acceder a montañas y acantilados altos y expuestos sin todo el equipo y el trabajo con cuerdas que requiere mucho tiempo y que se necesitan en la escalada en roca.
Aparentemente, consiste en un cable conectado a la roca a intervalos al que te enganchas; si te caes, la idea es que el cable y un conjunto de cordones amortiguadores especialmente diseñados detengan la caída. La vía ferrata se puede dividir en dos grupos: tradicional o deportiva.
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La vía ferrata Murren
La vía ferrata baja recorriendo la empinada pared de roca desde Murren hasta Gimmelwald, los vertiginosos tramos están equipados con escaleras, peldaños y grapas. Aparentemente, tiene una longitud de 2, 2 kilómetros y salva una diferencia de altura de 300 metros. La tirolina solo se puede utilizar en guía de montaña, en caso contrario se utiliza un puente colgante. Uno de los puntos álgidos del recorrido es atravesar el barranco al final de la ascensión por un puente nepalí, que presuntamente dura 3 horas.
