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En horas de la noche, una mujer y menor de edad, fueron atacadas por un perro en la Plaza Zurita, ubicada en la intersección de la 4.ª calle Oriente y la 12 avenida Sur de San Salvador.
Las víctimas, que transitaban por la zona, recibieron los primeros auxilios por parte de elementos de salvamento. Fueron identificadas como Allison Novato, de 14 años, y Karla Alejandra Rivera, de 32 años. Rivera presentaba lesiones en el rostro. Las autoridades están investigando el incidente para determinar las circunstancias del ataque.
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¿De qué depende el comportamiento de los perros?
Algunos especialistas, entrenadores de estas especies, mencionan que los animales responden o actúan según el ambiente de crianza. Agrega que se debe considerar que tienen su instinto de caza, al ser muy atléticos.
¿Cómo reaccionar al ataque de un perro?
En una situación como esta, lo que jamás hay que hacer es pegar o golpear al perro, ya que esto solo provocará un aumento en la agresividad del animal. Los perros tienden a tener una mandíbula muy fuerte y ser capaces de abrirla es «prácticamente imposible».
Actuar sobre sus fosas nasales con cualquier producto puede ser útil y una buena opción para tratar que el perro abra la boca. Si se puede prever que el ataque es inminente, la principal recomendación es generar movimiento con cualquier objeto que tengamos a mano, un bolso o una chaqueta, por ejemplo, para que cuando el animal se abalance a por ello, podamos desprendernos del objeto y logremos escapar.
¿Cómo controlar las conductas agresivas?
Expertos mencionan que lo recomendable es no hacer contacto visual, y seguir el recorrido a un paso tranquilo, alejado de la mascota cuando la sacan de paseo.
En instantes de ataque se sugiere que el dueño intervenga, y ponga sus pantorrillas a la altura del estómago del animal, para detenerlo. Además, si está mordiendo, el entregador propone que su cinturón o correa se ubique en el cuello por un máximo de seis segundos. Esto hará que el perro suelte a la presa.
En su artículo 63 establece como infracción muy grave del propietario permitir que su perro, que muestra problemas de socialización o conducta agresiva, permanezca en la vía pública sin bozal, correa o pechera. La multa puede ser de entre siete y diez salarios mínimos.
