El sacrilegio es la irreverencia hacia una persona, lugar o cosa sagrada. El sacrilegio ocurre cuando una persona, a propósito, hace mal uso de un objeto consagrado, profana un lugar santo o habla de manera irreverente de algo relacionado con Dios o la religión.
Tal es el caso de una parroquia del distrito de Aguilares, en el municipio de San Salvador Norte, donde sus feligreses denuncian que una persona (quien se desconoce de su identidad), entró a la iglesia y cortó un crucifijo.
Según testigos, la persona mostró descontento, por razones desconocidas en contra de un feligrés. Por lo que, de manera irracional cometió dicho acto.
Hasta el momento, se desconocen los motivos por los cuales a esta persona lo llevó a tomar dicha acción y si la congregación ya hizo la denuncia ante las autoridades policiales.
En junio, la imagen de San Francisco de Asís fue cortada, la cual estaba colocada en el templo desde el año 1950. La imagen estaba atornillada a su base, y la persona que decidió tomarla tuvo que desatornillarla y cargarla hasta el parqueo. El problema es que el portón de dicha iglesia estaba dañado, lo que facilitó el robo.
No obstante, la fraternidad Franciscana de Los Planes de Renderos brindó un comunicado, donde dio conocimiento a la feligresía y pueblo en general, que la imagen de San Francisco de Asís, fue recuperado tres días después de su robo.
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Tres tipos de sacrilegios
- Sacrilegio contra una persona sagrada: significa comportarse de una manera irreverente con alguien que se considera «sagrado». Lo cual, ya sea por el daño físico infligido, o por la deshonra acarreada, viola el honor de dicha persona.
- Sacrilegio local: robo de un lugar sagrado, ya sea una iglesia, un cementerio, o algún oratorio privado.
- Sacrilegio real: es la injuria hacia cualquier objeto sagrado, que no sea un sitio ni una persona.
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