El peso mexicano ha roto la barrera de los 19 pesos por dólar el día de ayer 11 enero, y ha avanzado a niveles no vistos desde hace tres años. La moneda ha cotizado en 18,979 por dólar, con una ganancia del 0,36%, su mejor nivel desde finales de febrero de 2020.
La cotización al alza de la moneda mexicana se registró a horas que se publicó un dato clave: la inflación en Estados Unidos. El indicador, que será divulgado este día, centró la atención del mercado financiero global.
La directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, Gabriela Siller, explicó en su reporte que la apreciación de la moneda mexicana está relacionada con el optimismo, pues se empieza a ver la luz al final del camino con la alta inflación en Estados Unidos y el alza en tasa de interés.
La combinación de México de alzas agresivas en las tasas de interés, un mercado relativamente tranquilo y un inédito nivel de remesas, en el que se contabilizó que el país recibió remesas por más de 53,000 millones de dólares, de enero a noviembre del año pasado.
Por lo cual, el peso se convirtió en el favorito entre los inversionistas de divisas el año pasado, y hasta ahora la fortaleza se extiende hasta 2023.
El peso mexicano es la segunda moneda más liquidada entre monedas emergentes, después del renminbi (o yuan) chino, ya que es muy fácil de vender y comprar en mercados financieros globales las 24 horas del día, cinco días de la semana. Esto la ha convertido en la favorita de operadores, o traders, que quieren apostar a favor o en contra de países emergentes en todo el mundo.
Peso Mexicano
La última vez que el peso mexicano se colocó en una cifra cercana fue en febrero del 2020, antes de la declaración de la crisis sanitaria del coronavirus, cuando cotizó en 18,94 unidades.
El consenso de analistas prevé que el peso mexicano terminará este año en 20,50 unidades al mayoreo, de acuerdo con los resultados de la encuesta que CitiBanamex aplicó a 30 instituciones durante la semana pasada.
La tendencia favorable del peso frente al dólar se ha mantenido desde el mes de diciembre. Las autoridades estadounidenses comenzaron a implementar una serie de medidas en materia de política monetaria para evitar la inflación excesiva, en la medida de lo posible.
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