Las calles del distrito de Tonacatepeque se llenaron de personajes mitológicos salvadoreños la noche del pasado 1 de con el Festival de la Calabiuza.
En el parque del respectivo distrito se escucha el famoso estribillo: «Ángeles somos y del cielo venimos pidiendo ayote para nuestro camino, mino, mino’’, donde centenares de turistas degustaron del respectivo ayote en miel.
Sin lugar a dudas, los turistas también forman parte de este festival al disfrazarse como lo hizo Ariadna Barahona, quien se vistió como Catrina.
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Aunque la lluvia amenazaba con opacar la diversión, los participantes a la fiesta no bajaron los ánimos. La música, los cánticos y las risas se gozaron al máximo. Además, no faltaron antorchas y un sinfín de detalles que asustaron a los visitantes, así formaron una caravana para recorrer el casco urbano de la ciudad.
Donde los jóvenes de la localidad se disfrazaron como las populares figuras y se organizaron en grupos para tirar de diversas carretas chillonas, las cuales son fabricadas por los pobladores y están construidas con huesos de animales, cuernos de vaca, cabello, cal, arena, piedras, morros en forma de calaveras y mecates.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Maziel Méndez.
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¿Qué es la Calabiuza?
La tradición, que no se sabe con exactitud cuándo comenzó, también está relacionada con la fiesta estadounidense de Halloween y es el preámbulo del Día de Los Santos Difuntos, que se conmemora cada 2 de noviembre en el país.
Pero, ¿qué es la calabiuza? Los habitantes de Tonacatepeque lo relacionan con un morro seco, perforado que simula los ojos, nariz y boca, al que también se le introduce una vela encendida y se coloca en las calle, para mostrarles a los santos difuntos el camino por donde deben pasar para llegar a su casa.
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