La tiroides es una glándula situada en el cuello que produce y almacena las hormonas tiroideas. Estas, llamadas tiroxina y triyodotironina, son las encargadas de controlar procesos fundamentales como el metabolismo, el desarrollo celular, el correcto funcionamiento del sistema nervioso, la temperatura corporal, el estado de ánimo, entre otros.
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El hipotiroidismo es una disfunción de la tiroides que produce un descenso en la actividad de la glándula y, en consecuencia, una insuficiente producción de las hormonas tiroideas.
Se caracteriza por un déficit en la producción de estas hormonas, de manera que se enlentece la metabolización de los alimentos y la capacidad para que el organismo queme las grasas, aun aumento del colesterol y la retención de líquido
Síntomas del hipotiroidismo
- Aumento de peso.
- Estados depresivos.
- Cansancio y debilidad.
- Mayor sensibilidad al frío.
- Resequedad de la piel.
- Caída de cabello.
- Bajos niveles de hierro.
- Edemas en la cara o en otras partes del cuerpo.
- Cambios en el ciclo menstruación.
- Alteraciones electrocardiográficas y acumulación de líquido en los pulmones
¿Cómo afecta la tiroides a la obesidad?
Según los especialistas, el descenso en la producción de las hormonas tiroideas va produciendo una ralentización progresiva del metabolismo de los alimentos y de la capacidad del organismo para quemar grasas. Esto hace que produzca un aumento del colesterol y de la retención de líquidos.
Las personas que padecen hipotiroidismo tienen un aumento de sobrepeso y la obesidad que no está directamente relacionada con la alimentación. A esto se le añade todos los riesgos para la salud del exceso de peso a los ya propios del hipotiroidismo.
Esta tendencia es tanto mayor cuanto más severo es el hipotiroidismo, especialmente si éste no esta siendo tratado correctamente. El tratamiento con hormonas tiroideas, es normalizar su presencia en el organismo, y esto puede corregir por sí solo el exceso de sobrepeso.
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