Reconocer las señales de acoso escolar es crucial para intervenir a tiempo y proteger a los menores. El bullying se manifiesta de diversas formas: física, verbal, social y cibernética. La agresión física incluye golpes o empujones, mientras que la verbal se presenta como insultos, burlas o amenazas. También puede ser de forma directa como golpes o burlas, o indirecta, como la exclusión social.
Es importante que los padres, maestros y cuidadores estén atentos a los signos de alerta. Entre ellos, cambios en el comportamiento como retraimiento, bajo rendimiento escolar, pérdida de interés en actividades favoritas o signos físicos como moretones inexplicables. Asimismo, pueden presentar trastornos del sueño, ansiedad o cambios en el apetito.
De acuerdo con la psicóloga infantil Rebeca Sánchez, es vital que los padres identifiquen señales como tristeza persistente, enfermedades frecuentes o no querer asistir a la escuela. “Muchos niños amanecen con dolores de cabeza o de estómago sin razón aparente. Estas son señales de alerta que los padres no deben ignorar,” explicó.
¿Cómo identificar algunas señales de bullying?
Para saber si un menor es víctima de bullying, la psicóloga recomienda preguntarle a los hijos:
- ¿Cómo te sientes con tus compañeros?
- ¿Qué pasó hoy en la escuela?
- ¿Por qué estás actuando de esta manera?
El impacto del bullying en los niños puede ser devastador. Los menores suelen experimentar baja autoestima, depresión y, en casos graves, pensamientos suicidas. Además, el acoso puede afectar su capacidad para formar relaciones saludables y desarrollar habilidades sociales. En el ámbito escolar, el bullying contribuye al ausentismo y al abandono escolar.
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