El presidente de Colombia, Gustavo Petro, suspendió este viernes las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ante el mayor ataque de los rebeldes durante su gobierno y que dejó más de 30 muertos y decenas de heridos en la frontera con Venezuela.
De acuerdo con reportes, los guerrilleros arremetieron desde el jueves contra la población civil en la región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, donde hay más de 52,000 hectáreas de hoja de coca sembradas.
En esa zona también se enfrentaron a los disidentes de la extinta guerrilla de las FARC, que no dejaron las armas tras la firma del acuerdo de paz de 2016.
Gustavo Petro calificó los hechos como crímenes de guerra en la red social X.
El gobierno de Petro afirma que los enfrentamientos registrados en varios poblados cercanos al municipio de Tibú se deben a “una disputa territorial” por el control del negocio de la droga en la zona.
“Han paralizado una parte del comercio, hay enfrentamientos militares, llamémoslo así, entre estos grupos (ELN y disidencias de las FARC). Y estamos entonces desde acá (desde la Gobernación de Norte de Santander) con una gran preocupación”, dijo William Villamizar, gobernador del departamento de Norte de Santander.
Juan RESTREPO, Edinson ESTUPINAN, Samuel SOTOMAYOR, AFPTV STRINGER / AFPTV / EJÉRCITO DE COLOMBIA / GOBERNACION DE NORTE DE SANTANDER / AFP
Residentes de la zona lamentaron lo ocurrido y afirmaron sentir temor. “Sentimos miedo ante esta situación porque esto no es algo normal. Quitarle la vida a una familia entera es algo atroz. Las personas que cometieron esto no tienen sentimientos”, expresó Giovanny Sanguino, amigo de las víctimas.
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Por su parte, la Defensoría del Pueblo denunció que el ELN está “yéndose directamente contra la población civil”. Además, que dijo que va “casa por casa” para asesinar a personas que consideran afines a las disidencias de las FARC.
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