El fútbol es pasión, es el llamado «Deporte Rey» y eso lo saben varios que se han unido para formar un equipo de fútbol y poner en alto el nombre de El Salvador.
Este equipo de fútbol tiene una característica: sus jugadores han perdido una extremidad, algunos de ellos a causa de accidentes.
Pero esto no es impedimento. En la cancha, sus bastones se convierten en sus mejores aliados para moverse y rodar la pelota.
Jeffrey Guzmán narra su historia y explica que pese a que perdió una pierna él ha representado el país fuera de las fronteras.
«Yo perdí mi pierna por un accidente de tránsito a los 10 años, cerca de mi casa. Un microbús me atropelló mientras jugaba con mis hermanos y amigos. Pero gracias a Dios, en 2022 fui a México y participé en una eliminatoria con países fuertes como Estados Unidos, Costa Rica y Haití».
Un equipo que desafía las adversidades
Conformado por 18 jugadores, este equipo no solo se prepara para competir, sino que también inspira a otros con su determinación y logros.
A lo largo de los años, han alcanzado importantes victorias, como:
- La Copa ProAm en México en 2015, mostrando que las dificultades no son un obstáculo cuando la pasión guía el camino.
Pese a sus esfuerzos las limitaciones económicas han sido un desafío constante para el equipo. «Algunos aspectos que nos afectan son el apoyo económico. A veces no podemos cubrir pasajes ni otros gastos porque no siempre hay un presupuesto asignado», detalla Francisco Buendía, presidente de la Asociación de futbol Amputados.
Video/TCS/Reportaje elaborado por: Ricardo Grijalva.
Preparación sin límites en el deporte
Los entrenamientos de estos jugadores son tan exigentes como los de cualquier equipo de fútbol tradicional.
Actualmente, se preparan para participar en la competencia organizada por la CONCACAF, con la esperanza de obtener una de las tres plazas disponibles para Centroamérica, el Caribe y América del Norte.
«Estamos entrenando para buscar una plaza dentro de las tres disponibles. La preparación del equipo ya inició y el campeonato está programado del 5 al 12 de julio», comenta, Francisco.
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Una historia de orgullo nacional
La selección salvadoreña de fútbol de amputados tiene un legado que llena de orgullo al país. Como dato curioso, El Salvador fue campeón mundial de esta categoría en 1987 y subcampeón en 1988, un recuerdo que sigue siendo una motivación para los jugadores actuales.
Con esfuerzo, unidad y pasión, este equipo demuestra que las verdaderas limitaciones están solo en la mente, dejando en cada jugada una lección de superación y amor por el deporte.
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