Un estudio de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI) reveló que el 76% de las micro y pequeñas empresas (MYPE) en el país operan en la informalidad, principalmente debido a barreras económicas, falta de conocimiento sobre los procesos de registro y alta competencia en el mercado.
Para el economista Moisés Alfaro, la falta de planificación financiera y el limitado acceso a recursos económicos impiden que muchas de estas empresas logren formalizarse.
“Muchas micro y pequeñas empresas carecen de una adecuada planeación financiera, lo que dificulta su eficiencia operativa. También tienen un acceso limitado a recursos financieros. Esta dificultad para acceder a un financiamiento adecuado es un obstáculo muy significativo”, señaló Alfaro.
Ingresos bajos impiden formalización
El informe también señala que, de más de mil empresarios encuestados, en promedio estarían dispuestos a destinar el 7% de sus ganancias para legalizarse. Sin embargo, algunos emprendedores afirman que sus ingresos no les permiten asumir los costos de inscripción.
Manuel Beltrán, quien lleva ocho meses con su emprendimiento y da empleo a cuatro personas, afirmó que la falta de capital es su mayor limitante.
“Al inscribirse en Hacienda, uno tiene que estar pagando una cantidad fija y a veces los negocios, como en mi caso, apenas logran cubrir los gastos básicos. No hay margen para formalizarse”, explicó.
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Simplificación de trámites e incentivos, claves para la formalidad
Ante esta problemática, expertos y empresarios coinciden en la necesidad de programas que simplifiquen los trámites de registro y brinden incentivos fiscales para las MYPE.
«Ofrecer programas de formación y asesoría técnica gratuita a emprendedores sobre la importancia de formalizarse, así como reducir las tasas impositivas durante los primeros años de operación, podría disminuir la carga financiera inicial que enfrentan los nuevos negocios», sugirió Alfaro.
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Alexander Montes.
Implicaciones económicas del déficit tributario
El alto número de empresas informales también tiene un impacto en las finanzas públicas, ya que representa menores ingresos tributarios para el Estado.
“Esto crea un efecto dominó que puede resultar en la falta de inversión en áreas clave, provocando un deterioro en la calidad de vida de los ciudadanos y una reducción en el crecimiento de la economía en general”, advirtió Alfaro.
A pesar de las dificultades, el estudio reveló que el 47% de las MYPE informales desean legalizarse en el futuro. De ellas, el 45.1% lo haría para facilitar el acceso a servicios financieros, el 33.9% por la tranquilidad de cumplir con la ley y el 26.7% para registrar el nombre de su negocio.
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