Jocoro es uno de los municipio que conforman el departamento de Morazán en El Salvador. Precisamente, desde este emblemático lugar, proviene una conocida historia o mito popular sobre una mujer alta que es conocida como la “Giganta de Jocoro”.
La historia de la Giganta comenzó en 1908, cuando los lugareños extraían oro de las minas de Jocoro, en el cantón San José. En dicho lugar encontraron un esqueleto de dos metros de altura, dando pie a la leyenda de que hubo gigantes en El Salvador.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Sofia Shi.
Según los historiadores, más osamentas de gigantes se encontraron después, pero el suceso no se documentó. Los restos óseos fueron llevados al exterior para un estudio más exhaustivo.
Sin embargo, en la tradición Lenca, se habla de gigantes, e incluso algunos piensan que son los autores de la formación y decoración de megalitos en Corinto, Morazán.
La giganta
La gigante tiene un altura aproximada de dos metros y está hecha de madera, con características de mujer y un vestuario colorido. Además, su estructura está hecho de vejuco, varas de bambú y madera de tambor.
En el interior se le coloca un yagual, una rosca que se usa para llevar el peso sobre la cabeza, de esa manera, la persona que manipule a la giganta, pueda moverse y bailar sin problema, mientras que los brazos son hechos de henequén.
Las fiestas patronales de Jocoro se celebran del 23 de enero al 2 de febrero en honor a la Virgen de Candelaria, y es en estas festividades, la giganta sale a bailar y le acompaña una corte de enmascarados que bailan en cada esquina del pueblo al ritmo de la música.
Video/TCS
El señor Mario Lazo, presidente del Comité Gigante de Jocoro, aseguró que esta tradición proviene de generación en generación en su familia. Su objetivo es que se siga manteniendo esta tradición, no solo en su núcleo familiar, sino que también en el municipio.
No obstante, la giganta de Jocoro es un referente en cada celebración patronal de El Salvador, lo que ha dado lugar a que se fabriquen réplicas del personaje.
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