Tras el devastador panorama que viven los habitantes de Siria y Turquía, los sobrevivientes tratan de sobrevivir encendiendo hogueras para tratar de combatir el frío.
Por los riesgos que han provocado los terremotos en las casas que aún se conservan con serios daños; miles de familias se mantienen en la intemperie:
- Viviendo en vehículos
- Tiendas improvisadas.
Una medida que busca salvaguardarlos, pero que es más difícil por las bajas temperaturas que se reportan en ambos países.
Medidas tomadas ante el frío
Para mitigar y soportar el frío en sus tiendas, los padres pasean con sus hijos en brazos y cubiertos en mantas por las calles.
Algunos habitantes exponen que es difícil la situación, ya que sienten dolor ante el clima tan devastador que han provocado los movimientos telúricos.
“Cuando nos sentamos, duele. Me da miedo por la gente atrapada bajo los escombros”, dijo Melek Halici, con su hija de dos años en brazos, que observa a los equipos de rescate trabajar.
Pese a que se han improvisado campamentos, algunas personas exponen que nada más cuentan con esos espacios para descansar y aún se percibe el intenso frío.
“Terminaremos yendo a la tienda, pero no quiero”, añade una mujer. “No soporto el frío, pero lo soporto más que la idea de volver a nuestro apartamento”, explica.
Hasta el momento las autoridades han prohibido que los sobrevivientes regresen a sus hogares, porque es demasiado peligroso por las constantes réplicas que se perciben a diario.
“Nuestros niños están congelados”
Muchos padres de familia exponen que cerca de un castillo del siglo VI, muy dañado por el sismo se construyeron refugios improvisados con lonas y maderas lanzadas por otros. “Al menos podrían habernos dado tiendas”, agregaron.
“Nuestros niños están congelados”, añade un padre de cinco niños. “Tuvimos que quemar los bancos del parque e incluso algunas prendas de los niños. No había nada más”, explicó. Una medida que busca mitigar el frío y de esa manera sobrevivir ante a la crisis.
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