En Europa yace uno de los inventos más grandiosos de la mente humana, un aparato que permite comprobar las leyes de la luz y la velocidad, y nos transporta millones de años atrás en el universo. En esta nota conocemos a LOFAR, el mayor telescopio europeo de radiofrecuencia.
Desde el cielo, se ve como un enorme círculo verde rodeado de objetos que simulan figuras cuadradas. Si nos vamos acercando paulatinamente, descubrimos que esas figuras son en realidad una red de sensores, distribuidos en una zona circular.
Esa red, básicamente, es la que conforma el telescopio, construido hace 13 años, y cuyo núcleo central se encuentra en Países Bajos. Está compuesto por 54 estaciones, desplegadas alrededor de nueve países europeos, aparte del ya mencionado.
Las estaciones albergan un total de 110,000 antenas, tanto de baja como de alta frecuencia.
Estas antenas son las que sirven para captar y analizar las ondas de radio, que provienen y viajan en el espacio, las cuales surgen de fuentes radioastronómicas lejanas.
Ver al pasado
¿Has escuchado la afirmación que postula que cuando ves las estrellas estás viendo al pasado? Pues bien, esto es cierto, y se da por una peculiar razón.
Muchas de las estrellas que miramos en la noche están a millones de años luz. Esto implica que, cuando vemos la luminosidad que emiten, estamos percibiendo en realidad una luz que ya viajó millones de años por el espacio hasta que finalmente llegó hasta nosotros.
Por poner un ejemplo, si un planeta se encuentra a 15 millones de años luz, significa que podremos llegar a él en 15 millones de años, viajando a la velocidad de la luz (300,000 km por segundo). Lo cual es claramente imposible, porque, por un lado, no hemos inventado máquinas que viajen a esa velocidad, y por el otro, nadie vive esa cantidad de años.
Sin embargo, hay una cosa que sí podemos ver desde la Tierra, y es la luz que ese planeta lejano emite, o sea, la estrella que ves en el cielo. Poder ver esa luz implica que la misma ya viajó 15 millones de años a la velocidad de la luz, valga la redundancia, hasta llegar a nosotros.
Esto significa que estamos viendo información de hace millones de años atrás. ¿Qué implica esto?, pues que, probablemente, en el presente esa estrella ya no existe.
La luz que vemos tiene un atraso de millones de años, y no tendremos vida suficiente para comprobar si el astro todavía existe o no.
LOFAR y el pasado
Pues bien, LOFAR puede mirar y explorar el pasado del universo, capturando información que se produjo hace millones de años atrás. Esto lo hace mediante el proceso de separación de sus antenas.
En octubre de 2021, el telescopio descubrió auroras en estrellas lejanas. Así lo informó el Instituto de Radioastronomía de Países Bajos (Astron), en su cuenta de Instagram:
Maaijke Mevius, investigadora del Instituto Holandés de Radioastronomía (ASTRON), explicó al diario Euronews:
«Cuanto más separas las antenas, más precisos se observan los objetos. Con LOFAR, estamos estudiando el universo primitivo. Podemos estudiarlo y retroceder en el tiempo hasta los primeros 500 millones de años después del Big Bang».
Como ves, LOFAR puede ver, con mucho más detalle que nuestra vista, los sucesos que ocurrieron en el universo millones de años atrás. Esto, según científicos, abre la puerta para responder las grandes preguntas que aún persisten sobre el origen del universo.
«Podemos observar otros planetas, pero también lo observamos mucho más lejos, a galaxias y agujeros negros que están muy distantes de nosotros, e intentamos comprender cómo se formó el universo«, sentenció Wim Van Cappellen, director del programa científico de LOFAR.
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