En las embarazadas, los cambios son más perceptibles en el segundo trimestre. Entre las transformaciones que ocurren, está el aumento peso.
Video TCS/ Reportaje elaborado por: Ana Quintanilla.
Otro de los cambios que pueden aparecer son las manchas en la piel. Según un especialista, una mujer embarazada debe de utilizar filtro solar dos veces al día.
Durante el tercer trimestre, al final del embarazo, incrementan las ganas de orinar, se percibe presión en la parte baja de la pelvis, y el bebé empieza a acomodarse para nacer.
Los cambios fisiológicos en el embarazo se producen de manera gradual, y van desde cambios a nivel del sistema cardiovascular, pulmonares, hematológicos, digestivos y endocrinológicos, que en el puerperio se revierten progresivamente.
Estos cambios físicos producen diferentes síntomas, signos y alteraciones durante el embarazo.
Cambios corporales y malestares
Dolores corporales: a medida que el útero se expande, se pueden sentir dolores o molestias en la espalda, abdomen, zona inguinal y muslos.
Muchas mujeres, también sufren dolores en la espalda y cerca del hueso pélvico, debido a la presión que ejerce la cabeza del bebé, al aumento de peso y la flexibilización de las articulaciones.
Mareos: algunas pueden padecer de mareos y vómitos durante todo el embarazo. Los desmayos son poco frecuentes, pero a veces se dan, incluso, en las mujeres embarazadas más saludables. Son diversas las causas que provocan estos síntomas.
Fatiga: se puede sentir cansada, incluso, después de haber dormido mucho. Por lo regular, las mujeres se sienten exhaustas durante el primer trimestre.
Calambres: en diferentes momentos del embarazo, puede experimentar espasmos musculares repentinos en las piernas o pies. Generalmente, esto ocurre en la noche. La reacción se debe a un cambio en la manera en la que el cuerpo procesa el calcio.
Acidez e indigestión: las hormonas y la presión que ejerce el útero en crecimiento provoca indigestión y acidez. Las hormonas del embarazo ralentizan los músculos del tracto digestivo.
Por lo tanto, los alimentos tienden a moverse más lentamente y la digestión es lenta. Es por eso que muchas mujeres embarazadas se sienten hinchadas.
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