Voluntarios en Turquía han atado globos rojos, azules y rosados sobre los escombros de las edificaciones destruidas para recordar a los niños y niñas víctimas del reciente terremoto.
El homenaje se ha llevado a cabo en Hatay, al sur del país, y es dirigido por el fotógrafo e influencer Ogun Sever Okur. El tributo ha sido llamado «Mi último regalo para los niños».
Kadir DEMIR / AFPTV / AFP.
Okur es padre de dos hijos. Niega toda intención política, e insiste en el lado sentimental de su acción.
Desde el 2020, con su «Asociación de los niños del hermano Ogun», ayuda a menores pobres de Turquía a los que suministra juguetes, alimentos, entre otros.
Kadir DEMIR / AFPTV / AFP.
Homenaje
Los voluntarios treparon por los escombros y ataron globos a cables de metal que sobresalen de las ruinas de los edificios destruidos.
«Seguimos dando obsequios a los niños en Hatay, pero queríamos cumplir nuestro último deber con estos ángeles, así que llevamos a cabo esta actividad con globos», expresó Okur.
«Creanme que cada vez que atamos un nuevo globo, duele en el corazón», añadió el fotógrafo.
Ya han atado entre 1,000 y 1,500 aerostatos y esperan poder continuar, hasta llegar a toda la ciudad.
Víctimas
Hasta el momento las autoridades no han especificado cuántos niños perecieron.
Sin embargo, la ministra de la Familia, Derya Yanik, informó que 1,314 de los 1,858 niños descubiertos solos después del terremoto, fueron entregados a familiares.
Se ha reportado que unas 44,000 personas han muerto en el sur de Turquía y el norte de Siria, luego de que el 6 de febrero ocurrieran dos potentes sismos de magnitud 7.8° y 7.5°.
Aunque el país turco finalizó los esfuerzos de rescate en la mayoría de las provincias, las búsquedas continúan en Kahramanmaras y Hatay, según informó la agencia de desastres del país.
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