Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, y funcionario clave del Kremlin, y Anthony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, sostuvieron una reunión en el marco de la cumbre del G-20, que se realizó hoy en India. La cual ha concluido sin ningún consenso sobre la situación en Ucrania.
Medios internacionales apuntan que la «plática» duró alrededor de 10 minutos, y que Blinken ha mandado un recado y dos peticiones a Lavrov:
- Estados Unidos apoyará a Ucrania el tiempo que sea necesario.
- Que Rusia regrese al Tratado Nuevo Start o Start III, que regula la cantidad de armas nucleares que pueden tener ambos países.
- Que Rusia libere al prisionero estadounidense, Paul Whelan.
Este encuentro puede ser calificado como el primer «diálogo» entre las dos naciones desde la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022.
Previamente, la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, había cerrado la posibilidad de un cara a cara entre los funcionarios en el G-20, pues EE.UU. «aboga por la escalada de conflictos en todo el mundo, y relegan la diplomacia a segundo plano«. Sin embargo, la expectativa terminó dando un giro inesperado.
China juega a la contra
Nueva Delhi, India, recogió la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores del llamado «Grupo de los 20«, foro internacional donde participan los 19 países más poderosos del mundo, más la Unión Europea. En el que se discute el panorama económico y político mundial.
Un tema esencial que se trató, es hacer una declaración conjunta de todos los miembros, que pida la «retirada completa e incondicional de Rusia del territorio de Ucrania«. Por supuesto, Rusia rechazó la iniciativa, al igual que China, que parece acercarse cada vez más a Moscú.
Según informa AFP, en una reunión paralela, el ministro de Exteriores de China, Qin Gang, junto a Lavrov, acusaron a Occidente de utilizar «chantaje y amenazas» para imponer sus opiniones.
El Acuerdo del Mar Negro, cosa urgente
Blinken, por otro lado, urgió a Rusia extender el Acuerdo del Mar Negro, un tratado firmado con Ucrania en julio de 2022, que permitió la exportación de más de 20 millones de toneladas de grano ucraniano en los puertos del Mar Negro, bloqueados por el Ejército Ruso.
Con la conciliación, se esperaba poder exportar unos cinco millones de toneladas métricas al mes, y de esa forma, bajar los precios en los mercados internacionales, en crisis por desabastecimiento de grano ucraniano.
En noviembre de 2022, el acuerdo se prorrogó por 120 días más, y su vigencia terminará el 18 de marzo, y no se ve claro que Rusia desee continuarlo. Pues según informó una agencia internacional de noticias, y recogió The Kyiv Independent, no lo renovará si no se cumplen «ciertas condiciones«.
Acercamiento China – Rusia
Antes del primer aniversario de la guerra en Ucrania, el delegado del gobierno chino, Wang Yi, se reunió en Moscú con Vladímir Putin, y aseguró que el encuentro sirvió para «fortalecer las relaciones estratégicas» con Rusia.
Zhang Meifang, cónsul general de China en Belfast, habló sobre la reunión:
«Wang Yi se reunió con el presidente ruso Vladímir Putin en Moscú. Wang dijo que la coexistencia de desafíos y oportunidades es la dialéctica de la historia«.
Por otro lado, Estados Unidos acusa a China de querer suministrar armamento a Rusia para la guerra con Ucrania. El país asiático lo niega rotundamente.
Sin embargo, el apoyo de China existe por la vía comercial, pues ha comprado gran parte de las exportaciones de hidrocarburos de Rusia, que ya no puede suministrar a Occidente por las sanciones impuestas. De esta forma, absorbe parte del impacto de las medidas punitivas.
La Unión Europea, por otro lado, ya no importa ni carbón, ni crudo, ni diésel ruso, y está disminuyendo cada vez más la dependencia de esos recursos.
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