Los culés lograron la hazaña de salir con vida del Bernabéu; en donde, más que solo sacar un resultado de cara al partido de vuelta, se llevaron un tremendo oro. Porque el Barcelona no fue para nada con el equipo habitual, pero el compromiso y las decisiones técnicas supieron dar efecto; y se quedaron con la victoria.
Esto llamó bastante la atención porque los blaugranas no contaron con tres de sus figuras más importantes; Lewandowski no jugó, al igual que Dembelé y Pedri. Lo anterior, era un gran punto en ventaja para los merengues que debían aprovechar.
Sin embargo, fueron anulados muy eficazmente por una sólida defensa de los blaugranas; quienes no dudaron en recuperar y bloquear cuanto pudieron, e irse al ataque en los momentos claves. Lo cual, les funcionó para quedarse con un resultado a favor; y con marcas interesantes en la historia de los clásicos.
Los números de Busquéts
El tremendo volante de recuperación de los culés ha tenido una historia bien particular en los encuentros contra el Real Madrid. En donde, su participación en los últimos años ha sido fundamental para llevarse uno de los partidos que se disputaron contra su máximo oponente.
Y con este clásico, Sergi se convierte en el jugador con mayor cantidad de clásicos disputados en los últimos tiempos, llegando a los 46 encuentros; superando a Messi y a Ramos, que se quedan con 45 enfrentamientos entre ambos equipos.
Real Madrid y Barcelona
En este partido se registró el autogol número 13, de los cuales un 69% o 9 han terminado beneficiando a los culés. Quienes hoy terminaron ganando por uno de Militao en el minuto 26 del partido.
Otro dato que llama la atención es que el Real Madrid no tuvo ningún tiro al marco del Barcelona; esto no sucede desde que se registran los datos, quiere decir que desde al rededor de 15 años no pasaba este tipo de cosas con el equipo culé.
Mientras que, el conjunto culé tuvo el partido con la peor estadística de posesión de balón, registrando 35.6% en un partido de carácter oficial. Lo anterior desde la era de Guardiola; en donde el juego de “Tiki Taka” era una gran realidad que identificaba al conjunto blaugrana.
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