Lo que ha ocurrido en Japón es algo que, podría pensarse, corresponde a épocas ancladas en el pasado, cuando grandes navegadores y comandantes, que luego se convertían en conquistadores cuyo nombre aparecería para siempre en libros de historia, encontraban pedazos de tierra en otros confines del mundo, totalmente ignorados por ellos.
Tales hallazgos se producían luego de imperiosos días, meses, e incluso años de travesía por los impetuosos océanos de la Tierra. Pues bien, para aquel que piensa que esos hechos se circunscriben al ayer, no podría estar más errado.
Y el descubrimiento de la nación asiática nos viene a confirmar dos cosas. Por un lado, que no hemos alcanzado a explorar todos los confines de nuestro fascinante y misterioso planeta, y por otro, el conocimiento que creemos que tenemos puede estar incompleto en cantidades bárbaras.
7,000 nuevas islas
Durante la semana, trascendió una bomba, algo impensado en pleno siglo XXI, donde los mapas y sistemas de geolocalización son tan sofisticados que, nadie hubiera pensado que aún les faltaba pedazos de «Tierra» por descubrir.
Al menos en esa cuestión, pues el océano es cosa aparte, ya que conforma 3/4 partes del planeta. Y sigue siendo, en su mayoría, terreno virgen a exploraciones humanas, sobre todo sus profundidades más oscuras.
Lo esencial del tema es que la Tierra está siempre presta a dar un portazo a nuestras hipótesis. En Japón, la Autoridad de Información Geo espacial (GSI) ha encontrado nada más y nada menos que más de siete mil islas que, hace apenas unos días, la nación nipona desconocía por completo.
Así lo anunció en su cuenta oficial de Twitter:
«[Lanzamiento: Contando las islas de nuestro país] Las islas de nuestro país fueron contadas bajo ciertas condiciones. Como resultado, tenemos 14.125 islas».
En la nota adjunta, la institución revela que dio con la tecla gracias al Mapa Digital Base de Japón, detallado, mantenido y administrado por ella. El cual monitoreó la cantidad de islas del país, y arrojó un total impensable: más de 14,000.
Una cifra que supera por mucho al último conteo, realizado en 1987 por la Guardia Costera, que totalizó 6,852.
Ahora bien, ¿estas islas surgieron de la nada, eran territorio fantasma, o fueron producto de un fenómeno natural inexplicable que las formó en un lapso de menos de 40 años?
Nada de eso, siempre estuvieron ahí. Sin embargo, los sistemas de detección han recorrido un largo trecho desde entonces, y se han modernizado a niveles más precisos.
El método
La institución apunta que las mejoras en la tecnología, que en 1987 estaba muy alejada de la calidad actual, han sido la piedra angular del descubrimiento. Afirmaron:
«Los avances en la tecnología topográfica han hecho posible expresar mapas más detallados y la forma de las costas se puede expresar con más detalle«.
Sobre esto, la institución apuntó que pudieron saber con certeza si se formaron «naturalmente» (es decir, no habían sido detectadas antes por otros métodos) mediante la comparación con planos pasados.
«Decidimos juzgar si se formó naturalmente o no basándonos en mapas anteriores«, declaró la institución, para luego añadir que, de 120,729 islas encontradas, solo las de más de 100 metros de perímetro (las 7,000 nuevas y las 6,000 «viejas«) entraban en la discusión.
En otras palabras, había 7,000 islas nuevas de al menos 100 metros de perímetro. Un criterio que también usaron en los años 80, para considerarla como isla.
Ante esto, el instituto apunta que, comparando los datos, las cantidades registran diferencias abismales, que han tratado de mostrar en representaciones gráficas.
Esta representación muestra el total detectado en 1987:
Y la siguiente presenta la actualidad. Si ves con atención, se aprecian muchos más puntos terrestres en las costas japonesas:
La nueva cifra excluye los trozos de tierra que, en el transcurso de los años, se han descubierto por otros rastreos o con tomas aéreas.
La institución dejó claro que no incluyó en su conteo a las islas que están dentro de cuerpos de agua cerrados, como lagos, y finalizó agregando que el hallazgo no altera ni el territorio ni las aguas territoriales de Japón.
Esto demuestra que no hay frase más acertada como la de un tal Isaac Newton, que con su genio, cambió para siempre la historia de la ciencia: «Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano«.
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