La fibrosis quística (FQ) es un trastorno heredado, que causa daños graves en los pulmones, en el sistema digestivo, y en otros órganos del cuerpo.
Video TCS/ Reportaje elaborado por: Fátima Barahona.
Según expertos, afecta a las células que producen moco, sudor y jugos digestivos. Estos líquidos secretados son, por lo general, ligeros y resbaladizos.
Pero, en las personas con fibrosis quística, que es un gen defectuoso, hace que las secreciones sean pegajosas y espesas.
Asimismo, tapan los conductos y pasajes, en especial, en los pulmones y el páncreas. Mucha gente porta el gen de la FQ, pero no manifiestan ningún síntoma o signo. Esto se debe a que, alguien con el achaque, heredó dos genes defectuosos, uno de cada padre.
En el caso de los niños, se suelen diagnosticar con la enfermedad a los dos años de edad. Por lo regular, sucede cuando se realiza un examen de detección. En los recién nacidos, en cambio, es muy difícil identificarla.
Para un pequeño grupo, no se detecta hasta la edad de 18 años, o más. Estas personas, con frecuencia, sufren la afección de manera más leve.
Signos y síntomas
- Falta de aliento.
- Infecciones pulmonares frecuentes.
- Tos persistente.
- Sibilancias.
- Fatiga.
- Congestión nasal.
- Dolor de estómago.
- Pérdida de peso.
- Heces anormales, y con olor fétido.
- Estreñimiento.
- Obstrucción intestinal.
- Infertilidad masculina.
Tratamiento
No existe una cura para la fibrosis quística. Sin embargo, los médicos recomiendan cambios en el estilo de vida. Por ejemplo, una mejor nutrición, el uso de vitaminas, actividad física, y la evasión del tabaco y humo de segunda mano.
Los antibióticos y medicinas inhaladas podrían ayudar a abrir las vías respiratorias y, de esta forma, eliminar el moco y las infecciones.
También, terapias en el tórax, o técnicas para limpiar las vías respiratorias (ACTs por sus siglas en inglés), pueden ayudar a aflojar los mocos, haciendo que sea más fácil toser, y eliminar la flema de los pulmones.
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