Una poza es una cavidad donde el agua, que suele ser dulce, se almacena de forma natural. Por lo general, se encuentra en la parte profunda de algún río, y bañarse en ella puede ayudar a la humedad y nutrición de la piel.
En El Salvador existe un espejo de agua escondido en el cantón San Nicolás, municipio de Apastepeque, en San Vicente. Los lugareños la han nombrado «La Poza Azul«.
Para llegar al naciente se necesita caminar varios minutos en un sendero. Pero el esfuerzo vale la pena, pues al arribar al mágico manantial, los turistas disfrutan de una impresionante naturaleza, y de las refrescantes aguas.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Diana Barillas.
Este manantial debe su nombre a la tonalidad de color azul que posee el agua. Según los residentes de la zona, esto es causa de la pureza del líquido vital, proveniente de un nacimiento del sector, y no de un río.
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Poza Azul y barranca del Sisimico
La Poza Azul se encuentra a pocos minutos de otro de los puntos que ha despertado la curiosidad de las personas, por las innumerables historias que giran en torno a él, la «barranca del Sisimico«.
Este es uno de los lugares de gran interés geológico en San Vicente, debido a los fósiles marinos y terrestres que habitan las distintas capas sedimentarias, que, a su vez, forman las paredes de la barranca.
Los pobladores, dado los grandes huesos que están ahí, tienen la creencia que fue un lugar donde existieron, o habitaron, los gigantes de la mitología. De allí nació la leyenda de la barranca.
Afirman que, en ella, vivía uno colosal, llamado Sisimico, que se sentaba en el fondo para descansar, apoyando los brazos en los bordes de las paredes laterales. Desde ese punto contemplaba, con su ojo ciclópeo, las bellezas del contorno.
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