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viernes, 22 noviembre, 2024

Pentágono sugiere que hay nave extraterrestre en el sistema solar

Un informe de un funcionario del Pentágono junto a un académico de Harvard sugiere que puede haber vida extraterrestre en el sistema solar.

Sean Kirkpatrick, director de la Oficina de Anomalías de todos los Dominios (AARO), del Pentágono, llevó a cabo una corta investigación junto a Abraham Loeb, de la Universidad de Harvard.

En ella, pretenden explicar, a la luz de la física, los fenómenos aéreos no identificados (UAP), descubiertos en el sistema solar en los últimos años.

Para analizarlos, dicen, derivaron restricciones físicas en las interpretaciones de los UAP «altamente maniobrables», basadas en los estándares de la física y en formas conocidas de materia y radiación.

Cuando se refieren a «altamente maniobrables«, es que hay una gran posibilidad de que sean conducidos a voluntad.

Oumuamua ronda el sistema solar

El bosquejo, titulado «Restricciones físicas en los UAP», comienza recordando el objeto interestelar descubierto en 2017 en el sistema solar, denominado «Oumuamua«. Fue detectado por el Observatorio de la Universidad de Hawái como parte del Programa de Observaciones de Objetos Cercanos a la Tierra (NEOO) de la NASA, que tiene como objetivo la búsqueda de cometas, asteroides y otros cuerpos celestes cercanos a la Tierra.

La NASA, en su momento, consideró que se trataba de un meteorito, puesto que las mediciones encontraron que aceleraba, de forma ligera. Algo característico de los asteroides:

«El asteroide interestelar ‘Oumuamua es pequeño, pero reflectante, según los nuevos hallazgos de los científicos que investigaron el objeto. Su superficie puede haber sido barrida de polvo y suciedad por un acercamiento cercano al Sol».

Además, recuerda que parecía un objeto rocoso con forma de cigarro, de tono rojizo, y con 400 metros de largo. Sin embargo, luego de analizarlo bajo la lupa, ya no se mostraron tan seguros como antes.

«Esa relación de aspecto es mayor que la de cualquier asteroide o cometa observado en nuestro sistema solar hasta la fecha«, argumenta la NASA en su nota oficial dedicada el fenómeno. Y añaden:

«Sus propiedades sugieren que es denso, compuesto de roca y posiblemente metales, no tiene agua ni hielo, y su superficie se enrojeció debido a los efectos de la irradiación de los rayos cósmicos, durante cientos de millones de años».

¿Por qué los investigadores lo trajeron a colación? Pues resulta que fue expulsado del Sol sin mostrar ninguna estela de gas y polvo, muy características de los cometas. Lo que los lleva a afirmar que es «delgado y de origen artificial«.

Además, rememoran que, tres años después de Oumuamua, se detectó otro objeto espacial, con un «comportamiento similar» a su antecesor.

En el caso de este último, dicen que era «en definitiva» de origen artificial, y que sus paredes estaban hechas de hierro. Se le llamó «Caza Cohetes de la NASA 2020 SO«.

El meteorito estrellado

En esa línea, los investigadores recordaron un dato importante, el meteorito estrellado contra la Tierra en marzo de 2017, llamado IM2, seis meses después de la repentina aparición de Oumuamua.

El objeto tenía parecidas propiedades de velocidad y eje heliocéntrico que Oumuamua. Sin embargo, la inclinación de la órbita alrededor del Sol era distinta, por lo que no guardaban relación entre sí.

La hipótesis

Y aquí es donde está la clave, pues no todo era diferente, ya que compartían similitud en algunos datos orbitales.

Esta variable es la que desató la descabellada y reciente hipótesis, pues consideran que Oumuamua podría tratarse de una nave extraterrestre habitando el sistema solar:

«La coincidencia entre algunos parámetros orbitales de IM2 y Omaumua, nos hacen considerar la posibilidad que un objeto interestelar artificial podría ser, potencialmente, una nave nodriza, que emite sondas muy pequeñas en su paso cercano a la Tierra.

Sería una construcción operativa no muy diferente a las misiones de la NASA».

Previamente, Loeb ya había enunciado esa opción:

Además, hipotetizan que, tales sondas, estarían separadas de la nave por la fuerza gravitacional del Sol, o bien, por «mecanismos de maniobra».

De esa manera, los investigadores abren la puerta a que el enigmático objeto sea de origen extraterrestre.

Esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos que considera, de manera oficial, la existencia de vida inteligente fuera de las fronteras de la Tierra.

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