La afasia es un trastorno del lenguaje que se origina por un daño cerebral en las áreas responsables de la producción del habla y la comprensión del dialecto.
La causa más común es el accidente cerebrovascular. Es decir, cuando un vaso sanguíneo del cerebro se bloquea o rompe, y la falta resultante de nutrientes y oxígeno daña las células cerebrales.
Además, también puede ser causada por la enfermedad de Alzheimer o demencia frontotemporal, un tumor en el cráneo, infección o lesión grave en la cabeza.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Damaris Gómez.
El daño cerebral que conduce a la afasia afecta la capacidad de una persona para comunicar o expresar sus pensamientos, así como comprender lo que otros están tratando de decir. Este deterioro del lenguaje puede variar de leve a grave, según la extensión del daño y la causa subyacente del mismo.
Los síntomas de la afasia incluyen:
- Hablar mediante oraciones cortas e incompletas.
- Eliminar palabras como «y«, «el”, o “la«.
- Usar frases largas que carecen de sentido.
- Usar términos o sonidos incorrectos o innecesarios.
- Problemas para entender el habla de los demás.
- Dificultad en leer o escribir.
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¿Se puede tratar la afasia?
El pilar fundamental es la terapia del habla, que ayuda a:
- Prevenir la desaparición de habilidades lingüísticas.
- Recuperación de destrezas ya perdidas.
- Aprender nuevas formas de comunicarse.
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Sin embargo, cuando está relacionada con la demencia, los objetivos del tratamiento se enfocan más en frenar el deterioro cognitivo. En este caso, es elemental usar la terapia del habla para enseñar a las personas formas alternativas de comunicación.
Según estudios, es más útil al iniciarse poco después de una lesión cerebral, o cuando se nota, por primera vez, el deterioro cognitivo. Por esto, es de gran importancia ser evaluado lo antes posible.
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