La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune caracterizada por debilidad y fatiga de los músculos. Ante esto, Michelle Pérez, cuando tenía un año y seis meses, los médicos le realizaron diversidad de exámenes hasta llegar a la conclusión que padecía de esta afectación.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Eduardo Rivas.
Además, esta enfermedad provoca que los impulsos nerviosos no pueden transmitirse desde el nervio hacia el músculo. Ello se debe a que estos pacientes tienen un número reducido de receptores de acetilcolina en sus ligamentos, una especie de puerta necesaria para la transmisión de dicho impulso.
Entre los principales síntomas de esta enfermedad son:
- La fatigabilidad: los músculos más afectados son los de la cara y de los ojos. Es frecuente la caída de los párpados y la visión doble (diplopía) como consecuencia de debilidad de los músculos que mueven el ojo.
- El debilitamiento de los ligamentos de la cara produce alteraciones en la expresión y dificultad para masticar la comida. Puede haber también alteraciones en la voz y dificultades en tragar, lo que faculta el atragantamiento (irse el alimento por el otro lado).
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¿Existe cura de la miastenia gravis?
No existe cura, pero la neuróloga, Wendy Sánchez, mencionó que el tratamiento adecuado puede ayudar aliviar los signos y síntomas, como la debilidad de los músculos de los brazos o las piernas, así como la visión doble, párpados caídos y las dificultades para hablar, masticar, tragar y respirar.
La madre de Michelle detalló que su hija cada día debe tomar seis tabletas de un medicamento llamado Piridostigmina. Este fármaco tienen un alto costo, por lo que solicita una mano amiga para que Pérez pueda continuar su vida normal a través de los medicamentos que controlan la patología.
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