Se trata de Kevin Ardón, jugador de FAS que en cada partido defiende los colores para poner orgullosa a su familia.
Ardón combina talento y disciplina, aspectos clave que debe de tener un profesional que se dedica a su pasión, que es jugar a la pelota y también preocuparse por su futuro estudiantil en la medicina.
“Muchos jóvenes quisieran estar en la situación en la que yo me encuentro, no me cabe el veinte cuando pienso en donde estoy”.
Sin embargo, muchos se preguntarán cómo fue que el joven Kevin se interesó por dedicarse al balompié. Su historia fue contada por el mismo cuando mencionó que es algo que trae desde que es un niño.
“Me intereso por el fútbol de una manera peculiar, mucha gente no sabe, pero a mí me gustaba mucho el beisbol y quería salir del país a jugar internacionalmente. Luego hay una transición colegial en la cual me decido por ver el fútbol más de cerca y estar en la calle con mis amigos”.
Su padre, Alejandro Ardón, profundizó más sobre la infancia de Kevin y contó sobre los primeros pasos del pequeño en el mundo del fútbol. Todo empezó cuando se dio cuenta de que su hijo era zurdo, como todo papá, su ilusión creció.
“Le compré su primera pelota, me llamó la atención que le gustaba patear con el pie izquierdo, le dije a mi suegro: Al niño patea con la izquierda y le encanta. Cuando llegaba de trabajar lo primero que hacía era comenzar a jugar con la pelota en el pasaje”.
Cristian Cuellar, su primer entrenador, mencionó: “Él era el más chiquito de todos los niños, era una Sub 10 y el uniforme le quedaba grande. La primera posición que jugó Kevin era de Lateral Izquierdo, al igual que en FAS”.
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