El papa Francisco presidió este domingo la solemne misa de ramos en la plaza de San Pedro, pocas horas después de salir del nosocomio romano, donde estuvo internado durante tres días en el hospital Gemelli, por un cuadro de bronquitis.
Imagen: Vatican Media.
El pontífice encabezó la ceremonia sentado en el centro del altar. La eucaristía fue oficiada por Leonardo Sandri, vicedecano del colegio cardenalicio, que está por cumplir 80 años.
De pie, en el obelisco central de la plaza, el papa bendijo los ramos de olivo y palma. El Papa Francisco no había sido visto desde el pasado miércoles.
“Gracias por su participación y también por sus oraciones, que han intensificado en los últimos días. Muchas gracias”, dijo durante el Angelus.
Tras la misa, Francisco recorrió saludando a los fieles desde el papamóvil.
Durante la homilía, el pontífice denunció el abandono de muchos cristianos.
“Hay tantos cristianos abandonados, invisibles, escondidos, que son descartados con guante blanco: niños no nacidos, ancianos que han sido dejados solos, enfermos no visitados, discapacitados, ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche realmente su grito de dolor”, exclamó.
Además, agregó: “Hay pobres que viven en los cruces de nuestras calles, con quienes no nos atrevemos a cruzar la mirada; emigrantes que ya no son rostros, sino números; presos rechazados, personas catalogadas como problemas”.
Salida del Hospital del Papa Francisco
Ayer, el papa Francisco abandonó el hospital Gemelli de Roma, en el que permanecía ingresado desde el pasado miércoles a causa de una bronquitis.
A su salida, el pontífice dijo muy contento: “Estoy todavía vivo”.
Tras recibir el alta, abandonó el hospital a las 10:20 am hora local, a bordo de un utilitario y, a su salida, llegó a bajar al coche ayudado por un bastón, para saludar a los fieles y agradecer a los periodistas que han informado sobre su estado de salud.
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