El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a Pekín, en una visita en la que quiere disuadir a China de respaldar a Rusia en la guerra de Ucrania, y estrechar vínculos con uno de sus principales socios comerciales.
El avión que trasladó al mandatario francés, junto con el resto de su delegación, aterrizó en el aeropuerto de la capital china sobre las 15:15 hora local (09:15 CET).
Macron dijo este miércoles, a su llegada a Pekín, que el gigante asiático puede tener «un gran papel» para encontrar «un camino hacia la paz» en Ucrania.
«China propuso un plan de paz (…) Se trata del deseo de tener una responsabilidad, e intentar construir un camino hacia la paz», dijo el presidente ante la comunidad francesa.
La invasión rusa de Ucrania, que nunca fue condenada de manera formal por Pekín, encabeza la lista de temas que Macron quiere abordar mañana jueves, en sus conversaciones con el presidente chino, Xi Jinping.
«Esta guerra, que he calificado de forma repetida de imperialista, de colonial, ha pisoteado, de hecho, muchos de los principios de la Carta de la ONU, que nosotros, como dos miembros del Consejo de Seguridad, debemos defender de manera resuelta», agregó Macron.
«Creo que apoyarlos es, también, caminar juntos, y tratar de encontrar una senda hacia la paz», añadió en su intervención.
Expectativas de Emmanuel Macron
Según Macron, China, «por su estrecha relación con Rusia, reafirmada en los últimos días, puede desempeñar un gran papel» en el conflicto en Ucrania. Eso afirmó en referencia a la reciente visita del presidente chino a Moscú.
El diálogo con las autoridades de Pekín es “indispensable”, agregó, y no dudó en asegurar que, el que apoye al “agresor», se convertirá en “cómplice”.
¿Por qué se desarrolla el viaje en China?
Esta es la primera visita que el representante de Francia realiza a China desde 2019, debido a la crisis sanitaria.
Para mostrar la unidad de Europa en favor de un “compromiso” con China, Macron pidió a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que le acompañe el jueves a una de sus reuniones con Xi Jinping.
Además, llegó junto a una representación de más de 50 empresas francesas. Entre ellas, Airbus, EDF y Veolia. También, declaró que Francia y la Unión Europea no deben «separarse» económicamente de China, sino mantener una «vía realista y ambiciosa».
Macron quiere hacer énfasis en los vínculos culturales, inaugurando un festival franco-chino, llamado «Croisements». En su viaje, le siguen el director de cine Jean-Jacques Annaud, y el músico Jean-Michel Jarre.
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