La movilización por parte de los funcionarios se convierte en una de las más importantes de la última década en el país.
Todo comenzó desde que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, inició negociaciones con la Alianza de la Función Pública de Canadá (AFPC, por sus siglas en francés), pero no lograron ningún acuerdo. Tras lo sucedido, se originó una huelga en 150 puntos de concentración, en todo el país.
Anne-Sophie THILL / AFPTV / AFP.
A través de su cuenta personal de Twitter, Trudeau mencionó que es clave que los políticos busquen soluciones, y no problemas.
Sin embargo, estas declaraciones no son pronunciadas con referencia a las actuales protestas. No hay un posicionamiento oficial sobre lo que está ocurriendo, solo un llamamiento a regresar a las mesas de diálogo. Escribió:
«Algunos políticos prefieren explotar los miedos. Preferimos proporcionar soluciones, entregar resultados y avanzar. Así que eso es lo que continuaremos haciendo».
La AFPC, a través de su cuenta institucional en Twitter, hizo una convocatoria el día de ayer, para que las personas se unieran a la marcha.
En el portal, manejan el eslogan: «Los trabajadores no pueden esperar». Asimismo, emitieron un comunicado, en el que animaban a inscribirse a formar parte de las protestas de hoy. Publicaron:
«Nos hemos entregado a los canadienses día tras día. Únase a nosotros en la línea de piquete, y así mostrarle al gobierno que es hora de que estén allí para los trabajadores de Canadá. Es momento de tomar medidas, ya que nuestros proyectos de ley no pueden esperar, y nosotros tampoco».
Chris Aylward, el presidente de la Alianza, expresó que ellos no habían considerado realizar una huelga, pero que sí agotaron las posibilidades de conseguir un acuerdo equitativo.
¿Qué demandan los funcionarios?
El aumento que exigen es del 13.5% en el salario, en un transcurso de tres años, lo que, según ellos, les ayudará a paliar los efectos de la inflación económica. Sin embargo, el gobierno ha propuesto 9%. El año pasado, el alza inflacionaria llegó al 8.1%, pero ahora se encuentra a la mitad de ese dato.
Otro de los requerimientos es el teletrabajo. Han mencionado que, para muchos de ellos, desde el inicio de la pandemia, esa modalidad se convirtió en útil y viable. Además, expresan que no quieren llegar ni dos o tres días a la oficina, a desempeñar sus funciones.
Ambas partes piensan que el otro está en lo incorrecto. Los huelguistas consideran que el discurso oficialista es «chocante», porque no va en línea con lo que sucede en el país. Por el otro, de parte del Gobierno, aseguran que «los canadienses perderán la paciencia, si el proceso se eterniza».
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