Más de 67 millones de niños se vieron privados, de forma total o parcial, de las vacunas de rutina entre 2019 y 2021, debido a los cierres e interrupciones de la atención médica, causadas por la pandemia del covid-19, informó el día de ayer, 19 de abril, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
«Más de una década de logros ganados de forma dura en la inmunización infantil de rutina se han erosionado», advierte UNICEF, en un informe publicado en su sitio web, agregando que, volver a recuperar estos niveles, será un desafío.
Según la organización, de los 67 millones de niños cuyas vacunaciones se vieron interrumpidas, 48 no recibieron ninguna dosis. Esto hace temer posibles brotes de:
- Poliomielitis
- Sarampión
- Difteria
UNICEF también detalla, en su reporte, que el mayor problema es el atraso continuado de las tasas de inmunización infantil, en las nuevas generaciones.
Además, puntualiza que este retroceso se debió a la incapacidad de los programas de vacunación sistemática, de no llegar a tantos niños como antes. Con la pandemia, se interrumpieron los:
- Servicios sanitarios.
- Centros médicos.
- Las importaciones y exportaciones de viales, jeringuillas y otros suministros.
Además, las familias se vieron afectadas por los confinamientos, ya que les impidió moverse con facilidad, al tiempo que se daba prioridad a los recursos financieros, y al personal médico, en la respuesta frente al covid-19.
Solución para los niños que no han sido vacunados
Las campañas de vacunación de rescate a gran escala son una opción inmediata, para proteger a los infantes que no han recibido sus dosis en años anteriores.
Se trata de un primer paso importante, en el intento de ayudar a las comunidades y a los sistemas sanitarios a recuperarse de la conmoción, provocada por la pandemia. Las vacunas protegen a las familias de brotes epidémicos, capaces de traspasar las fronteras nacionales, y sobrecargar los sistemas sanitarios.
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