«Nadie es un profeta en su tierra» establece un refrán que no aplica para Carlos Alcaraz, puesto que ganó el Open de Barcelona al imponerse al griego Stefanos Tsitsipas en la gran final. Con 19 años, este se convirtió en su noveno título como tenista profesional.
Carlos doblegó 6-3 y 6-4 a Stefanos en poco más de hora y media de partido. El murciano comenzó el encuentro de manera muy incómoda e insegura. Su rival no llegó a regalar nada. No obstante, el apoyo constante de la grada le ayudó a triunfar en los dos sets.
Cumpliendo con la tradición, el joven se lanzó en la piscina para celebrar la defensa del certamen que también obtuvo el año pasado.
Alcaraz, la joya que brilla con luz propia
El número 2 del ranking de la ATP habló tras su consagración sobre la importancia de no perder los estribos a pesar de las adversidades.
«Para jugar los momentos importantes, estar tranquilo es lo más importante para mí. Olvidarse de los errores y ser yo mismo sobre la pista. No debes pensar en la gente que está mirando, solo enfocarme en mí mismo, en la pista, en la raqueta y en la final», dijo.
Además, no ocultó la felicidad que le genera triunfar en su tierra al lado de sus allegados.
«Sentir esta energía y levantar el trofeo en Barcelona ante mi familia y mis amigos, con algunos de los miembros de mi equipo. Jugar a este nivel y lograr el título delante de ellos es una gran ilusión para mí», mencionó el pupilo de Juan Carlos Ferrero.
El próximo reto de «Charly» es el Madrid Open, segundo torneo ATP Masters 1000 sobre arcilla de la temporada, que comienza el lunes 24 de abril.
Te podría interesar: Barca doblega al Atlético y acaricia una nueva liga
